“Lo fundamental para cualquier empresa social es encontrar el equilibrio entre valor social y valor económico”

Alfred Vernis. Profesor titular del Departamento de Dirección General y Estrategia, ESADE.

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Como apertura del módulo de emprendimiento e innovación social, los alumnos del Curso de Especialización en Responsabilidad e Innovación Social de la Cátedra INDITEX-UDC tuvieron la oportunidad de asistir a una sesión impartida por Alfred Vernis, profesor titular del Departamento de Dirección General y Estrategia de ESADE.

Durante la primera parte de la sesión, Vernis intentó que los alumnos se diesen cuenta de que existe otra manera de hacer empresa, la que se conoce como economía social. Para ello, comenzó planteando dos preguntas a la clase: “¿Qué empresas sociales conocéis? y ¿Qué las diferencia del resto?”. Tras barajar nombres como Ilunion, Galega de Economía Social o Fundación Paideia, se llegó a la conclusión de que todas las empresas sociales nacen con una misión social o medioambiental y con ánimo de lucro (necesario para su funcionamiento). Es en este punto en donde surge lo más difícil para una empresa social: “entender cómo encontrar el equilibrio entre generar valor social y generar valor económico”.

Para demostrar esta necesidad, el profesor mostró un caso comparativo entre dos empresas sociales con un fin aparentemente similar, pero un funcionamiento absolutamente dispar. Una de ellas, española, se convierte en fundación y decide participar en todas las fases de la cadena de valor. La otra, colombiana, se mantiene como empresa y establece una alianza con una fundación. La española tiene que cerrar tras once años de actividad, mientras que la colombiana continúa de manera exitosa. Y es que “a la hora de crear una empresa social, o cualquier empresa, te tienes que especializar”, afirma el docente.

El fin fundamental de esta clase fue, para Alfred Vernis, que los alumnos diferenciasen claramente cuáles son las empresas sociales dentro del espectro de modelos de negocio según su ánimo de lucro. Poniendo como ejemplo el sector textil, se diferenciaron seis empresas dentro de dicho espectro. Las dos primeras eran ONGs tradicionales, una de ellas basada en el sistema de donaciones y, la otra, más empresarial, que a partir de donaciones saca beneficios para invertir en su actividad. Las dos últimas son empresas textiles tradicionales, aunque una de ellas, Patagonia, se caracteriza por una política de Responsabilidad Social Corporativa muy intensa.

En el centro de este espectro estarían las empresas sociales, buscando ese equilibrio previamente mencionado entre valor social y económico. El docente expuso Teixidors como ejemplo nacional y Elvis&Kresse como internacional. Teixidors crea productos artesanos a partir de materia prima sostenible y da empleo a personas con discapacidad. Elvis&Kresse utiliza material reciclado para elaborar sus productos e inyecta la mitad de sus beneficios en la sociedad. Son modelos distintos, pero ambos son emprendimientos sociales e innovadores.

El docente quiso que, a lo largo de la segunda parte de la sesión, los alumnos se adentrasen a fondo en la realidad de una empresa social para conocer su funcionamiento y los problemas que pueden surgir en ella. Esto se hizo a partir del caso de la evolución de La Fageda, el cual fue preparado por los estudiantes de manera previa a la clase. La misión de La Fageda, cooperativa social catalana dedicada inicialmente a los lácteos, ha sido siempre clara: empoderar a personas con discapacidad dándoles un empleo. Explicó Vernis que, en los años 80, “ven una ventana de oportunidad en el mercado y entran en ella”. Prácticamente se inventaron una categoría de producto. Las claves de su éxito eran muchas, desde su propio producto (artesano, local, premium) hasta su modelo de negocio (integración vertical, parte importante de márketing, adaptación al mercado, líder carismático), pasando por su propia misión (ayuda terapéutica, laborterapia, obra social).

Aunque cometieron errores en la diversificación de su producto, como ocurrió con el lanzamiento de su variedad de helados, supieron corregir e innovar exitosamente con el comienzo de producción de mermeladas y maridajes gourmet. Encontraron, además, el tamaño óptimo para seguir cumpliendo con su misión. El docente terminó resumiendo tres puntos de vital importancia para la empresa social y que estuvieron presentes en el caso de La Fageda: equilibrio, innovación y comunicación.

 

Úrsula Rey
Comunicadora audiovisual y alumna del Curso de Especialización en Responsabilidad e Innovación Social