Víctor Viñuales: “Son inconcebibles los cambios tan drásticos que estamos viendo en nuestro entorno en tan poco tiempo”

Director de la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES).
“¿Qué está pasando en el gran tema de la sostenibilidad ambiental en el mundo?”.

 

El pasado 2 de marzo, el alumnado de la duodécima edición del CESIS recibió una sesión impartida por Víctor Viñuales que, sin lugar a duda, contagió sus ganas de cambiar el mundo. Viñuales trabaja en distintos ámbitos para facilitar este necesario cambio, entre los que se encuentran su papel como cofundador y director de la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), su pertenencia a distintos consejos asesores y paneles de expertos de algunas grandes empresas españolas, o su rol como profesor en el Programa Superior de Dirección en Responsabilidad Corporativa de la IE Business School.

El objetivo de la primera parte de la sesión giró en torno al diagnóstico de los problemas medioambientales actuales a los que nos enfrentamos en la actualidad. Como el propio Viñuales introducía, “se trata de entender cómo estamos, cómo hemos llegado hasta aquí, cómo salimos, cómo se cambia el mundo y quién tiene que hacerlo”. Las respuestas a estas preguntas buscaban despejar de alguna forma, el “sentimiento negativo respecto al futuro que nos embarga” y que, como afirmaba el ponente, “nubla la esperanza y la voluntad”.

El Foro Económico Mundial, también conocido como el Foro de Davos, analiza anualmente los riesgos globales que pueden repercutir sobre la sociedad desde el punto de vista de su gravedad y su probabilidad de ocurrencia. En el punto en el que nos encontramos, cuatro de los cinco riesgos principales para los próximos diez años son de carácter medioambiental, entre los que se encuentran la mitigación del cambio climático, la pérdida de biodiversidad o los fenómenos meteorológicos extremos.

Como recalcaba el ponente, “uno de los problemas que tenemos las personas es nuestra incapacidad de procesar los problemas exponenciales”, entre los que se encuentran los anteriores, que, además, suelen tener consecuencias encadenadas. Así, Viñuales arrojaba luz sobre la necesidad de mantenerse dentro de los límites planetarios y realizar la transición de un modelo lineal hacia una economía circular, sin olvidar que las desigualdades entre personas y países también juegan un papel a nivel medioambiental. Ante esta tesitura, es fundamental cerrar las grietas que se han ido creando a lo largo de estos años.

Tomando prestadas las palabras de Antonio Guterres, secretario general de la ONU, Viñuales recalca la lucha suicida de la humanidad contra la naturaleza, creando la desvinculación entre la economía y la biosfera, el alejamiento entre el “nosotros” y “los otros”, y el malestar producido por un conflicto dentro del yo. “Debemos de concentrarnos en el hacer, no solo sumirnos en la preocupación, ya que esta situación solo puede mejorar si nos ocupamos de hacer algo que cambie las cosas”, haciendo hincapié en que “en vez de pensar qué habría que hacer debemos pasar a la acción y al hacer”.

Cerrar estas brechas no es tarea sencilla. Como formulaba Viñuales, la solución ha de ser global actuando desde lo local, y también integral, ya que todos los problemas están relacionados. Debe ser radical y con un enfoque de cambio sistémico, buscando provocar cambios masivos en un corto período de tiempo, actuando sobre factores como la política pública, la tecnología o los valores. Desde el punto de vista del ponente, para idear la solución es fundamental basarse en la propia naturaleza que “por vieja, es más sabia”.

El ponente explica la necesidad del cambio con un símil: “si metemos en una olla con agua hirviendo una rana, rápidamente saltará, si por el contrario la metemos en agua fría y poco a poco subimos la temperatura, no se irá”. Reflexionaba así que quizás somos como la rana en esta situación y estos cambios graduales paralizan nuestra capacidad de reacción.

Finalmente, Viñuales recuerda que para cambiar la situación actual, es necesario darse cuenta de la responsabilidad compartida en esta tarea, ya que todo el mundo debe comprometerse, desde organismos públicos hasta privados, y desde organizaciones hasta personas a nivel individual.

“Quienes sueñan lo mismo, caminan juntos”, concluía el ponente. Y, efectivamente, esperamos volver a encontrarnos en el camino hacia el cambio, especialmente en aquellos momentos en los que sea necesario una dosis de concienciación y motivación para enfrentar la adversidad.

Alejandro Fernández Marzoa
Alumno de la duodécima edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social.