“Un Consejo de Administración sin equilibrio puede ser un monólogo con eco”

Alberto Lavín. Consultor independiente.

Alberto Lavín, consultor independiente, nos llevó la sesión del pasado miércoles 23 de enero a introducirnos en la vida interna de los consejos de administración, para entender por qué el buen gobierno corporativo es el fundamento de la sostenibilidad (o no) de una organización.

Primero, entendiendo por qué es necesario el gobierno corporativo. “A medida que las organizaciones crecen y más actores se van incorporando, se produce una separación entre su propiedad y control, que genera costes de agencia”. El gobierno corporativo “surge para arbitrar las reglas de juego y gestionar la asimetría de intereses entre propiedad y agencia, que, aunque se va a producir de todas formas, se puede mitigar”, explicó Lavín.

A continuación, analizamos los motivos por los que se ha incrementado la demanda de información acerca de cómo se dirigen las organizaciones. Según Lavín, se debe a que “por un lado, durante la última crisis, se empiezan a cuestionar las acciones que las personas en cargos directivos tenían para contrarrestarla. Por otro, es una consecuencia de la democratización del capitalismo global”. Lavín, que ha investigado el comportamiento de los consejos de administración durante la crisis, observó que una de las principales reacciones fue “atornillar el comportamiento de la cúpula directiva de las organizaciones”. Esta hiperregulación probablemente haga surgir nuevos problemas ya que “las soluciones del pasado serán las causas de los problemas del futuro”, apuntó, señalando que el cumplimiento normativo es “uno de los grandes sumideros de energía de los consejos de administración”.

Otra función a la que debe también dedicar su tiempo el Consejo de Administración es la de marcar el rumbo de la organización con visión a largo plazo. Según Lavín, mientras que “el CEO marca su rutina mirando al Excel, el Consejo debe mirar por la ventana”. Sin embargo, no siempre se cumple esta división de tareas de forma ortodoxa y los accionistas ejercen también el papel de gestores. “En puridad, lo mejor es que haya división; las decisiones serán siempre más matizadas. Sin embargo, cuantos más actores tomen decisiones, por muy cualificados que estén, el proceso se ralentiza y demanda una mayor capacidad organizativa”. Con la crisis, “la velocidad es un valor, pero también es cierto que si te equivocas no hay contrapeso”, argumentó el ponente.

Para ilustrar la importancia del equilibrio en la composición de un Consejo, analizamos el caso de Satyam, identificando cómo “la selección de un directivo, o un nuevo miembro del Consejo, además de por talento, se hace por señalización, por enviar mensajes al mercado”. Además, radiografiamos la diversidad de su composición, señalando el balance entre conocimiento sectorial y financiero, los expertos independientes y los dominicales. “El Consejo debe ser diverso a nivel cognitivo”, insistió Lavín, “no solo en aspectos visibles, sino también respecto a los cableados mentales de personas que aporten cosas diferentes”.

Otra cuestión que introdujo el caso es la necesidad de controles externos, que pueden llegar a ser insuficientes, visto que la auditoría llegó a ser cómplice y rehén del círculo de la corrupción con la que Satyam manipulaba su información financiera. “La corrupción es un proceso sutil, en el que entran en juego dinámicas del tipo ‘otros lo hacen’, ‘ya lo arreglarán’, ‘si lo hago voy a conseguir más contratos, voy a recibir incentivos’,… se genera un mecanismo de autoengaño”, explicó Lavín. “La credibilidad conduce al éxito financiero, pero el éxito financiero no proporciona credibilidad: si te equivocas en tu reporte financiero, te puedes llevar por delante la credibilidad y, por ende, el negocio”. De ahí la importancia de crear barreras a la corrupción, desde arriba hacia abajo, ya que “las relaciones de poder en una organización nunca deben sustituir a la ética”, concluyó Lavín.

 

Ana Narváez
Periodista y alumna de la octava edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social