Tomás Conde Salazar

Director de Sostenibilidad de BBVA

IMG_2431-OK-680x372

Cuando el activo más valioso de una compañía es una buena reputación, según Tomás Conde

La sesión impartida en la tarde de hoy por Tomás Conde, Director de Sostenibilidad de BBVA, contextualiza la necesidad de medir y comparar los datos que ofrecen las compañías financieras en términos de reputación y retorno. Sin edulcorantes, su exposición ha girado en torno a un enfoque de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) al servicio de la mitigación de externalidades que eviten, en la medida de lo posible, el riesgo en la inversión.

De la misma manera que no puede existir, defiende Tomás Conde, RSC sin transversalidad en todas las acciones y decisiones de una compañía, tampoco existirá sin la “integración de las variables ambientales, sociales, éticas y de gobierno corporativo” para su gestión. A la integración efectiva de estas variables sirve la medición transparente de los datos, y así ha de ser, dado el crucial peso que nuevamente vemos tiene la información en términos de reputación y mejora del modelo de negocio. Hay mucho en juego: quienes venden la información a los inversores, léase analistas, “quieren saberlo todo de las compañías porque todo dice algo”, lo que destapa desde ya, y también de paso, la relevancia que adquieren las evidencias en la verificación externa e independiente que debe de llevar a cabo la labor de auditoría bien entendida.

A este respecto, nos hemos aproximado a los Índices de Sostenibilidad Dow Jones y particularmente centrado en SAM –Sustainable Asset Management-, cuestionario que, identificando anualmente a las empresas líderes en sostenibilidad por sectores y líneas de actividad, nos ha servido para abordar la hermandad de las tres erres: Rankeo-Reputación-Retorno.

Aunque cada vez en mayor grado es “la experiencia-cliente” el factor por el que se mide el éxito de una compañía, y hacia él dirijan cada vez más la atención los accionistas, el principio que sigue articulando la inversión es la constante búsqueda de beneficio. El ansia de mejora puede propulsar el motor que mueve al cambio, corrección e implementación de nuevas estrategias sobre las que transparentar. Sin embargo, rankear por encima de la competencia es el auténtico estímulo que verdaderamente acciona este motor. En palabras del ponente y a este respecto, a ninguna compañía financiera le interesa, pongamos por caso, la cuestión medioambiental, más bien lo que le interesa es no asumir ningún riesgo invirtiendo en compañías que tropiecen medioambientalmente. O en sus propias palabras, “la mejor de las campañas medioambientales es que los analistas financieros decidan promover la inversión en compañías que sí cumplan con por ejemplo la norma ISO 14001 sobre medioambiente, y que rechacen sugerir la inversión en empresas que no la tengan y que sean susceptibles de ser multadas”.

Noelia Salido

Socióloga, investigadora y alumna del Posgrado en Responsabilidad Social de la Cátedra Inditex-UDC