Rosa Castizo: “Tras el miedo inicial, es la hora de poner nuestros talentos al servicio de la comunidad, con empatía y en positivo”

Directora del Observatorio Iberoamericano de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de La Rábida
"Respuestas innovadoras de la sociedad civil ante la COVID-19"

Con la declaración del estado de alarma decretado en España por la crisis de la COVID19, Rosa Castizo sintió la necesidad de contribuir con su ayuda y experiencia a crear una plataforma en la que centralizar necesidades y recursos “para una sociedad más resiliente en un momento crucial”. Con quince años de experiencia en sostenibilidad y cambio climático en América Latina, desde la AECID, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Naciones Unidas, ECODES y otras instituciones de impacto social, Castizo entendió que había muchas necesidades ocultas en un momento de urgencia que necesitaban respuestas inmediatas. Así nació la plataforma Frena la Curva (frenalacurva.net). Rosa Castizo, que ha participado en siete COP (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) y ha impartido clases en distintos países, ofreció el jueves 2 de abril al alumnado del CESIS de la Cátedra Inditex-UDC su visión sobre la crisis actual, convencida de que todos podemos y debemos ser agentes de cambio.

Seiscientas personas participan activamente en la plataforma Frena la Curva y veinte se encargan de la gestión. En este último grupo se encuentra Rosa Castizo que, hasta hace tres semanas, se encargaba de coordinar el Observatorio Iberoamericano “La Rábida” de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático. Su trabajo ha quedado aparcado temporalmente, para poner su experiencia, especialmente en el ámbito latinoamericano, al servicio de la sociedad en este momento de emergencia. “Durante los primeros días del estado de alarma, sufrimos un bloqueo por la sobreinformación y vimos la utilidad de un foro que recogiese las iniciativas ciudadanas, la ayuda y recursos disponibles, contribuyendo a conectar necesidades y posibles soluciones. Así nace Frena la Curva”, explica. Castizo considera que de la fase de miedo inicial se pasó a otra de aprendizaje y, posteriormente, a una tercera de crecimiento “en la que poner nuestros talentos al servicio de la comunidad, con empatía y con un estado emocional positivo”.

Frena la Curva crea un mapa de recursos al que se ha ido sumando gente, siempre con el criterio de información útil y de calidad. En un segundo momento, se pusieron en marcha los laboratorios ciudadanos, sin tiempo de proyectos piloto, uniendo a actores de diferentes sectores en la busca de soluciones de emergencia. De ahí pasaron a mover ya recursos materiales geolocalizando las ofertas y las necesidades. “Había mucho ruido, fuimos aprendiendo de los errores sobre la marcha, estamos hablando de respuestas muy rápidas en pocos días. Teníamos ya a cientos de makers en el foro, pero nos encontramos con problemas con los transportes que imposibilitaban gestionar la demanda y la oferta. Así que pensamos en local, no nos iba a llegar el material homologado desde fuera, por lo que necesitábamos reconvertir makers y empresas para ser eficientes”, cuenta Rosa Castizo. En el mapeo de Frena la Curva han integrado a todas las residencias de mayores porque “ahí se concentra la población más vulnerable, hemos visto que los protocolos oficiales no han servido en ese caso y que era urgente abrir nuevos canales e intermediarios para ofrecer apoyo y recursos, preocupándonos por nuestro entorno”.

Castizo incide en la creación de nuevos canales como una urgencia cuando se dispone de poco tiempo para solucionar problemas. “Al colapso sanitario ha seguido el colapso de la Administración y el colapso de la sociedad. Es normal, nadie es tan resiliente para afrontar una situación así. Por eso, empresas y particulares han sido importantísimos reorientando su actividad para atender a la urgencia. Y sí, se han cometido fallos, cuanta gente se ha puesto a hacer mascarillas que realmente no eran eficaces, pero de los errores se aprende y lo importante es esa movilización social”, comenta. Frena la Curva, cuya esencia es el trabajo multiactor y multinivel, de manera voluntaria, se encuentra ahora en la fase de llevar la experiencia a otros países. Rosa Castizo se encarga de la gestión de la plataforma en América Latina: México, Brasil, Argentina, Uruguay, Costa Rica y Colombia. “Pensamos que llevábamos unos días de adelanto en la gestión de esta crisis y que toda esta información sobre las necesidades que van a surgir debía de ser compartida, aunque somos conscientes de que la reorientación de la actividad de una empresa o el hecho de que alguien pueda pagar de su bolsillo unos medicamentos para otra persona allí no es posible”, señala.

En la última parte de la conversación con el alumnado del CESIS, Rosa Castizo quiso transmitir un mensaje de optimismo “porque se ha destruido tanto que es el momento de construir y, en mi opinión, es nuestra última oportunidad para poner la vida en el centro. No vamos a renunciar al mejor de los mundos, sino que tenemos que ir a por un mundo mejor. Hace 40 años, el día de rebasamiento, ese punto en el que se considera que hemos consumido la capacidad anual de la tierra, era el 30 de diciembre; en 2019 se marcó en el 29 de julio. No podemos sobrepasar el techo medioambiental. La biosfera es necesaria para una sociedad sana y es la sociedad sana la que genera una economía sostenible. Y todos somos agentes de cambio; con nuestra manera de consumir, somos votantes y electores cada día”.


Arancha Estévez Lavandeira
Periodista y alumna de la novena edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social