“No se trata de hacer negocio de los pobres, sino con los pobres, siendo su fuente de riqueza su dignidad”
Juan Luis Martínez. Profesor Asociado en el IE Business School.
Es innegable la evolución que la acción social de la empresa ha sufrido con el paso de los años: desde modelos paternalistas o meramente asistenciales a negocios con la base de la pirámide. Destaca Juan Luis Martínez, Profesor Asociado en el IE Business School, que “las instituciones sociales o las empresas sociales que se focalizan hacia la acción social, no todas tienen claro la necesidad de crecimiento y de sostenibilidad”. Explica el docente que “una de las premisas básica en la acción social para que tenga sentido en la empresa, es que debe crear valor” añade además, “si queremos que tenga permanencia tiene que tener una fuente de sostenibilidad y sólo se consigue esto si se crea valor”. Es por ello, que este valor debe cumplir ciertas características: ser Voluntaria porque si no es libre no es ético; estar Alineada con la estrategia y fortalecer sus competencias clave; ser Longánima: generosa y constante; Observable porque todos tienen derecho a saber qué hace la empresa y además, “porque si no se conoce, no existe”; y Replicable: la posibilidad de escalarlo a otras actividades.
Juan Luis Martínez incide en que “la creación de valor de la acción social no sólo se genera en la empresa, sino para todos los que confluyen en ella: la sociedad y las instituciones no lucrativas. Pero esto, no siempre se da al mismo tiempo, ni en la misma proporción”. En este modelo sostenible tanto los recursos, como la participación en la gestión y la generación de resultados, se encuentran alineados entre la empresa, las entidades no lucrativas y los beneficiarios.
“Una forma de conseguir este modelo de sostenibilidad es mediante la práctica del modelo de negocio con la base de la pirámide. Es entender que haciendo negocio con el pobre se puede obtener la participación de los recursos y de la gestión que se requiere de la comunidad y de la ONG necesaria” destaca el docente. “Los negocios con la BdP es un tema fundamental para el desarrollo y el crecimiento económico, es una nueva oportunidad de negocios y un instrumento eficaz para dar cumplimiento a los planes de acción social empresarial” continúa. Para Martínez la clave está en ver el desafío de la pobreza desde la perspectiva empresarial y no filantrópica, “observar la pobreza como la falta de acceso a oportunidades” aclara el profesor que “cuando hablamos de la BdP no nos dirigimos a ella sólo como cliente, sino también como proveedor, vendedor, empleado… Y como ciudadanos con derechos y deberes”.
Por ello, es fundamental entender la realidad misma de los más necesitados y la importancia de la investigación y el conocimiento de mercado en la Base de la Pirámide, de esta manera será posible determinar aquellas necesidades no satisfechas. Como en su día hicieron en Banco ADOPEM. Esta organización refleja la realidad que rodea al negocio con la BdP: distinguen cuáles son las necesidades de la sociedad en la que operan y ofrecen oportunidades a quiénes las necesitan.
Laura Muiño
Periodista y alumna del Curso de Especialización en Responsabilidad e Innovación Social de la Cátedra Inditex-UDC