María Morell: «El campo de los derechos humanos en la cadena de suministro requiere un enfoque intersectorial»

Área de Derechos Humanos, Departamento de Sostenibilidad de Inditex.
“Gestión de una cadena de suministro desde una perspectiva de derechos humanos”.

 

El pasado 9 de febrero María Morell impartió al alumnado del CESIS un taller práctico centrado en el campo de los derechos humanos. María lleva once años trabajando en el Departamento de Sostenibilidad de Inditex, en particular en el área de Derechos Humanos.

Historia de los Derechos Humanos

La sesión dio comienzo con un breve repaso a Ciro II EL Grande, Eleanor Roosevelt y John Ruggie, tres de las personas que iniciaron el camino para que los Derechos Humanos se convirtieran en la realidad que son hoy en día. A pesar de que esta senda se ha formado a lo largo de miles de años, la creación en sí de los Derechos Humanos todavía es relativamente reciente. Por ello, aunque muchas veces se consideran como “lo mínimo”, es necesario “saber ver su relevancia, y ser conscientes de lo poco que sabemos sobre su protección y aplicación en el ámbito empresarial”, señalaba Morell.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en 1948 recogía los 30 derechos fundamentales de toda persona, interrelacionados, interdependientes, indivisibles e inherentes a cada individuo por el mero hecho de su existencia, sin distinción.

Marcos de referencia para las empresas

En 2011, 63 años más tarde, la ONU asumió los Principios Rectores sobre las empresas y los Derechos Humanos, gracias al trabajo de John Ruggie (representante especial del secretario general de la ONU y académico en Harvard).

Sobre los tres pilares “Proteger, Respetar y Remediar” se construyen 31 principios para dar respuesta a la responsabilidad de las empresas y a la rendición de cuentas en materia de Derechos Humanos. Así, se demandaba a las compañías un compromiso público, la debida diligencia para entender los potenciales impactos negativos de su modelo de negocio sobre los DDHH, y la voluntad de evitarlos o minimizarlos. “Es imprescindible para el proceso de debida diligencia el análisis de la cadena de valor de la empresa, poniéndose en el lugar de los colectivos y las personas posiblemente afectadas”, puntualizaba Morell, añadiendo que “sin tener un enfoque claro sobre el rol de actuación en cada situación y qué se quiere conseguir, es muy difícil lograr ningún cambio”.

Como explicó Morell, las empresas cuentan con diversas herramientas para crear su estrategia de sostenibilidad social en el ámbito de la cadena de suministro. Entre ellas, se encuentran la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los Principios Rectores mencionados anteriormente, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo, el marco regulatorio europeo, las legislaciones vigentes en cada país o las alianzas. A estos instrumentos externos se suman otros internos que ayudan en esta labor, como los códigos de conducta, las relaciones con los proveedores o la cultura y valores organizacionales.

Los Derechos Humanos en la cadena de suministro

Tras analizar los retos actuales en la gestión de la cadena de suministro, entre los que se encuentran, por ejemplo, la complejidad de las cadenas de suministro globales o la integración en modelos de negocio dinámicos, llegó el momento de que el alumnado del CESIS pusiera en práctica los conocimientos adquiridos durante la sesión.

Por equipos, se encargaron de desarrollar un pequeño plan de acción en materia de sostenibilidad social para una empresa ficticia. Aprovechando el surgimiento de múltiples dudas, la ponente simplificó algunos conceptos más complejos e intangibles (como el de la debida diligencia) para asegurar su buen entendimiento. Asimismo, introdujo otros nuevos, como el apalancamiento o, en sus propias palabras “qué puedo hacer para que en instalaciones que no dependan de mí directamente se lleguen a cumplir y asegurar los derechos de las personas que allí trabajan”.

Para finalizar la sesión, Morell explicó brevemente su línea de actuación dentro del área de Derechos Humanos, revisando las dos últimas etapas del Plan de Sostenibilidad Social de Inditex. En el período entre 2014 y 2018, el enfoque del Grupo recayó sobre la identificación, evaluación y mejora de las condiciones de trabajo en su cadena de suministro. Este planteamiento orientado al cumplimiento dio paso a la perspectiva “el trabajador en el centro”, basada en la transformación del gigante textil como catalizador para el cambio en la industria promoviendo prácticas sostenibles, y que tuvo lugar entre 2019 y 2022. Este plan, cuya finalización es muy reciente, se basa en siete ejes de actuación, entre los que se incluyen, entre otros, la protección de migrantes y refugiados, la protección de derechos en la producción de materias primas, la igualdad de género, la diversidad e inclusión, o la participación de los trabajadores.

Alejandro Fernández Marzoa

Alumno de la duodécima edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social.