María José Gálvez: “Nos enfrentamos a un verdadero tsunami regulatorio”

Head of ESG de Earnst & Young.
"El ecosistema de las finanzas sostenibles y su impacto en los negocios”

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‘El ecosistema de las finanzas sostenibles y su impacto en los negocios’

La sostenibilidad surge en un momento en el que las empresas tienen que hacer frente a unos retos económicos, medioambientales y sociales. Así quiso iniciar la sesión María José Gálvez, Head of ESG de Earnst & Young, que marcó de esta forma un contexto al comienzo de la clase para dar a conocer y profundizar en los criterios ESG y la perspectiva de riesgos con los cambios que ha sufrido recientemente. Identificados por colores y en un escenario de dos o diez años, se diferencia entre económicos, medioambientales, geopolíticos, sociales o tecnológicos. “Antes no nos imaginábamos que debiésemos tener en cuenta este tipo de riesgos en nuestros balances”, destacó la directiva. Además, dentro de este contexto de riesgos, el Institut Cerdà realizó un observatorio de aquellos más relevantes para las empresas en España incluyendo un total de 31 riesgos diferentes que afectarán al patrón económico de nuestro país: infraestructura, turismo e industria agroalimentaria, explicó en profundidad la ponente.

Nos enfrentamos a un verdadero tsunami regulatorio”, señaló Gálvez para introducir la evolución de la nueva normativa en materia de sostenibilidad: “Hemos pasado de la voluntariedad a la obligatoriedad” de la mano, sobre todo, de la Unión Europea. El Pacto Verde de la UE es uno de los impulsores de numerosos trabajos legislativos y define un nuevo modelo de desarrollo económico y social orientado a la descarbonización de la economía y el cumplimiento de las metas climáticas del Acuerdo de París. Se basa en tres dimensiones, explicó Gálvez: financiación, habilitación y ejecución. Además, como parte del Plan de Acción de la UE destacan tres objetivos: reorientar los flujos de capital hacia una economía más sostenible; integración de la sostenibilidad en la gestión de riesgos; y fomentar la transparencia y el ‘largoplacismo’. “Esto de la sostenibilidad es sentido común”, destacó la experta al respecto.

¿En qué organismos hay que poner el foco? Fue la siguiente gran pregunta que contestó Gálvez en la sesión para introducir tanto a la Comisión Europea como a la European Financial Reporting Advisory Group (EFRAG) dentro de ese control de la normativa a nivel europeo, pero también a la European Securities and Market Authority, la Securities and Exchange Comission de Estados Unidos o las Cortes Generales, el Gobierno de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a nivel nacional.

El concepto ESG

“Vamos a integrar en nuestras decisiones financieras todo lo que tiene que ver con el cambio climático, la energía renovable, la biodiversidad…” explicó Gálvez a la hora de profundizar en el concepto ESG, o ASG, por sus siglas en español. Empezando por esa ‘A’ de ambiental, la Comisión Europea define ya las finanzas sostenibles con un enfoque que integra las consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza. En la parte social, “hablamos de igualdad, talento, seguridad y salud, bienestar…” y esto se ve reflejado en criterios concretos que te piden en el banco, señaló la experta. También el buen gobierno corporativo; con la transparencia, la remuneración de los ejecutivos y la ética, entre otros puntos destacados, como parte de la definición que le da forma dentro de las compañías.

El ecosistema de las finanzas sostenibles abarca todo tipo de organizaciones, “y se debe ordenar de alguna forma”, destacó Gálvez a la hora de explicar ese ‘quién es quién’ en la financiación sostenible. ¿Y cómo es ese ecosistema? Las entidades financieras y los inversores en los dos extremos de la actividad de las compañías, con los proveedores de datos en el centro analizando el desempeño de su actividad y el marco normativo de los reguladores afectando directamente sobre todo ello, así como los verificadores para la fiabilidad y el aseguramiento. “Cuando el emisor pide una financiación a la entidad financiera, el verificador da fe de que los objetivos que la empresa ha acordado con el banco cumplen unos determinados requisitos”, detalló la profesional.

Los flujos de información entre todas esas partes implicadas derivan de diversas fuentes, pero entre ellas destacan los datos propios de la compañía, que se hacen públicos anualmente, como el reporting, o también a través de encuestas y solicitudes de información directas. El matching learning y la inteligencia artificial comienzan a tener cada vez más peso en este proceso también.

En cuanto a los inversores, Gálvez destacó su interés en obtener más conocimiento para poder considerar aspectos que puedan tener impactos en el negocio o ejercer el derecho a voto, pero también en una labor de stewardship, “ejercer tu derecho y tus obligaciones como inversor en una compañía”, explicó la experta. Y esto se hace a través de las votaciones en juntas de accionistas, del engagement con las entidades participadas, la presencia en los consejos de administración, litigios y campañas activistas, así como la aplicación de las estrategias de inversión sostenible. En la tercera pata: las entidades financieras con clientes, tanto particulares como empresas.

“Las finanzas sostenibles no son solo para los bancos”, destacó Gálvez entre las conclusiones de la primera parte de su sesión, que finalizó con una pequeña práctica. La experta presentó a la clase cuatro casos prácticos en los que, divididos en grupos, el alumnado trató de identificar en las notas de prensa que anunciaban las diferentes acciones de financiación sostenible, tanto la estrategia como los objetivos que se marcan a corto y largo plazo, su tipología y si eran concretos, entre otros factores.

Inversiones sostenibles

En la segunda parte de la clase, tras el descanso, Gálvez pasó a las inversiones sostenibles, en crecimiento constante desde 2019, y comenzando por las tendencias actuales, así como la explicación del término en sí: “aquellas que incluyen los criterios de ESG”. En cuanto al marco normativo, destacan los principios de inversión responsable que hablan sobre cómo se toman las decisiones de inversión; qué criterios se han seguido, si la compañía tiene una política de inversión o qué tipo de estrategia se utiliza, enumeró la experta.

Desde el punto de vista de la información obligatoria, Gálvez se centró en detallar el SFDR, “el equivalente de la Directiva de Información de Sostenibilidad para fondos de inversión únicamente” y es, por sus siglas, el Sustainable Finance Disclosures Regulation. “Aún se está gestando”, explico la ponente, que detalló a su vez algunos de los artículos imprescindibles a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una inversión sostenible.

Gálvez quiso en este punto dar un paso atrás y hablar sobre el origen de la inversión sostenible, que se creó como ideario ético: “Yo con mi dinero no quiero que hagas lo que quieras” y se puso en auge durante la guerra de Vietnam donde muchos inversores cuestionaron que sus ahorros estuvieran invertidos en empresas de armamento y, más concretamente, en los fabricantes del gas napalm. En Europa llega en los años 80 a través de Reino Unido, donde consigue mayor arraigo el concepto y lo hace de la mano de iglesias y ONG. “No se veía tanto el concepto de riesgo, sino como un ideario ético de lo que se va a hacer con tu dinero”, explicó Gálvez, que concluyó esta explicación definiendo el propio término de la mano de SFDR, que la interpreta como aquellas que se realicen en una actividad económica que contribuya a objetivos de tipo medioambiental o social.

La ponente quiso también explicar algunas de las estrategias de las Inversiones Socialmente Responsables (ISR) y los diferentes enfoques que se pueden dar: el de influencia, integración, selección de compañías o de impacto social, antes de dar paso a cada uno de ellos de manera detallada, y finalizar analizando un caso real de inversión sostenible con el que cerrar la rueda de la explicación y asentar las bases teóricas de ambas materias para todo el alumnado: “Que tengáis el conocimiento de lo que es la financiación y la inversión sostenible”.

Beatriz Nestar Bueno
Periodista y alumna de la decimotercera edición del Curso de Experto en Sostenibilidad e Innovación Social