María José Gálvez: “Hemos estado tan centrados en los riesgos medioambientales que no hemos previsto la crisis de la COVID19”

Directora de Sostenibilidad de Bankia
Finanzas sostenibles: la gestión del riesgo y las oportunidades como elementos clave

María José Gálvez explicó al alumnado del CESIS cómo el sector bancario está desarrollando su estrategia de responsabilidad social a través de su política de inversiones y financiación y, también, de sus productos y servicios. Directora de Sostenibilidad de Bankia y con más de 18 años de experiencia en ese ámbito, desde 2006 desarrolla su actividad en el sector financiero, cuya participación es fundamental en los objetivos de la Agenda 2030. Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración, Gálvez impartió una interesantísima y clarificadora sesión el 6 de mayo, en la que expuso las claves del comportamiento del sector bancario en la actualidad a nivel mundial, extendiéndose en el caso español y en el de Bankia, en particular, entidad en la senda de la privatización, aún participada por el Estado en un 59%. “A mí me gusta ver los retos como oportunidades, de negocio y de cambio de valores, como está ocurriendo en este momento con la crisis de la COVID19”, asegura. María José Gálvez es también asesora independiente en distintas organizaciones y miembro de distintos paneles de expertos en varias compañías del IBEX 35.

Como todas las empresas, la banca se ha enfrentado en la última década a nuevos retos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). La incorporación de estos criterios ha recaído en gran parte en perfiles profesionales como el de María José Gálvez haciendo comprender “cómo dichas transformaciones van a afectar a tu negocio para aprovechar los riesgos y oportunidades que puedan surgir”. Gálvez recalca cómo ha cambiado el panorama empresarial tras las crisis de gobernanza, derechos humanos o medioambientales; también en el bancario, tradicionalmente centrado exclusivamente en los riesgos financieros. “Pero desde 2019 estábamos todos poniendo el foco tanto en los retos medioambientales, que no nos dimos cuenta del riesgo de las enfermedades infecciosas”, apunta haciendo referencia a la matriz de materialidad del Foro Económico Mundial, que sirve de guía para empresas y organizaciones de todo el planeta.

Gálvez comenzó su exposición hablando de retos medioambientales y de cómo el sector bancario, en el que no abundan los expertos en este campo, ha ido incorporándolos en su política de inversiones y financiación. “Los que nos han dicho desde Task Force on Climate Related Financial Disclosures (TCFD) es, por ejemplo, si ustedes están financiando a un hotel en la costa, deben tener en cuenta el aumento de temperatura, el deshielo, el riesgo de inundaciones, etc. Imaginaos que le hemos dado financiación a ese hotel a treinta años y en un par de años, este hotel tiene que cerrar. No he sido capaz de ver el riesgo y tengo una pérdida económica. Además, los inversores de mi entidad tienen que estar informados de estos riesgos”, aclara. Entre las iniciativas y normativas europeas, Gálvez destaca el Plan de Finanzas Sostenibles, con tres objetivos: reorientar los flujos de capital hacia inversiones sostenibles; gestionar los riesgos financieros derivados del cambio climático; y fomentar la transparencia y el largoplacismo en las actividades financieras y económicas. Además, incide en la importancia de contar con una taxonomía europea, que prioriza el medio ambiente, para que en cada sector industrial se sepa qué inversión es sostenible o no. “Si nos marcan a partir de cuántas emisiones de CO2 mi inversión no es sostenible, avanzaremos en un lenguaje común para financiaciones, productos y servicios”, señala.

¿Cómo se ha integrado esta estrategia sostenible en Bankia? “El primer plan de gestión responsable es de 2016, refrendado por la Dirección y Consejo de Administración. La implicación del Consejo es fundamental porque hablamos de temas importantes y porque el Consejo tiene que saber lo que firma y a lo que se enfrenta. Los puntos importantes que recogemos en este plan: gobierno corporativo, satisfacción y relación con el cliente -os imagináis como Bankia ha tenido que trabajar la recuperación de confianza tras la crisis de marca-; talento y compromiso -con énfasis en la igualdad y ahora en esta crisis con el teletrabajo-; transición a una economía sin carbono y apoyo a la sociedad, viendo las necesidades reales en las que podíamos aportar, ya que no tenemos Fundación ni política filantrópica ni como banco intervenido nos encajan patrocinios deportivos o similares”, explica.

Todas las Direcciones reportan al Comité de Gestión Responsable, de la que forman parte cuatro consejeros independientes, dos mujeres y dos hombres. ¿Cómo se traduce esa gestión en productos? María José Gálvez explica que tras superar la fase de no hay demanda y por lo tanto no tenemos que lanzar oferta; en la actualidad, como otros bancos, Bankia ofrece para particulares préstamos sostenibles orientados a eficiencia energética o vehículos híbridos e hipotecas verdes, con el foco en la construcción sostenible. En el ámbito de servicios, entre otros ofrece apoyo a empresas y organizaciones para un diagnóstico de gestión responsable y, a raíz de la crisis de la COVID19, ha ampliado sus servicios de apoyo tanto a particulares como a organizaciones.

ISR y estrategias
Pero donde se traduce y materializa verdaderamente la política de responsabilidad de un banco es en sus inversiones. Y sobre la Inversión Socialmente Responsable (ISR) rezó la segunda parte de la sesión de María José Gálvez. De la carta de Larry Fink, CEO del fondo de inversión BlackRock, apelando al largoplacismo y al activismo accionarial, a los criterios que a día de hoy asumen todas las grandes empresas en su estrategia ISR. La exclusión de inversiones por valores, la elección de las mejores prácticas, la selección en base a normas internacionales, los fondos temáticos, el diálogo directo con las organizaciones en las que invertir y la selección por la integración de criterios ASG en empresas. En España y, en general, en todo el mundo, la estrategia más utilizada es la de exclusión, léase armas, tabaco, energía nuclear, pornografía o derechos humanos, aunque la selección de las mejores de la clase está en expansión.

Incide María José Gálvez en que la ISR es un factor que debe generar confianza; por supuesto cuando la estrategia del sector bancario se traduce en bonos de impacto social, sostenibles y verdes o en fondos éticos y solidarios, que no siempre implican inversión responsable. “En los últimos tiempos hablamos de fondos de impacto, en los que debemos tener en cuenta la intencionalidad y cómo se mide el impacto. La diferencia con la inversión tradicional está en la intencionalidad de generar un impacto ambiental o social positivo, más allá de obtener unos beneficios financieros”, señala. Gálvez señaló que si bien Bankia, en su estrategia de inversión responsable y de impacto, empezó a trabajar con nueve Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en este momento se centra en los cuatro siguientes: Acción por el Clima (ODS 13), Ciudades y Comunidades Sostenibles (ODS 11), Trabajo decente y Crecimiento Económico (ODS 8) y Educación de Calidad (ODS4).

 

Arancha Estévez Lavandeira
Periodista y alumna de la novena edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social