Marcos Ellacuriaga: “La sostenibilidad tiene también una parte de ciencia y es generalmente la que siempre queda atrás”

Responsable de Proyectos y Sostenibilidad de Casa Grande de Xanceda.
‘Proyectos y sostenibilidad’

Marcos Ellacuriaga

“Que cualquier efecto que tengas en el entorno, tenga siempre un componente de sostenibilidad” fue la máxima que empleó Marcos Ellacuriaga a lo largo de su sesión el pasado 13 de marzo, y que no tenga un objetivo publicitario, “demostrarlo”. El responsable de Proyectos y Sostenibilidad de Casa Grande de Xanceda utilizó la primera parte de la sesión para introducir al alumnado al proyecto empresarial sito en Mesía: un total de 380 vacas ecológicas, que se encuentran al aire libre durante todo el día y que proceden de las originales que iniciaron la actividad de Casa Grande de Xanceda allá por el año 1968. Alrededor de 47 empleados; 200 hectáreas de prado y bosques ecológicos de Galicia; y una red de proveedores que les ayudan a mantener el nivel de producción que su edificio original ya rebasó. Dos vacas por hectárea, la prohibición de pesticidas, químicos y de la estabulación, son las características que les otorgan el sello ecológico, que se complementa con su integración 360: del prado a la nevera, reinvirtiendo en el entorno que afectan 

Y es que esa es precisamente la definición de sostenibilidad en la que insiste Ellacuriaga: la actividad de equilibrar con el medio, en la medida de lo posible, los efectos que genera nuestra actividad, de manera que no se mermen/perjudiquen los recursos a largo plazo. ¿Y cómo se traslada al entorno empresarial? Se define empresa sostenible aquella que realiza una actividad en equilibrio con el entorno que la rodea (reducir, mitigar y mejorar), explicó el ponente. “No hay fábrica sin granja, no hay granja sin finca y no hay finca sin recursos”, apuntó.  

En el campo de la sostenibilidad, insistió el experto, “hay dos cosas preocupantes: la polarización y la falta de autocrítica”, al mismo tiempo que pedía al alumnado que intentase siempre ver la escala de grises entre el blanco y el negro que generalmente define al sector. Así como entender que “la sostenibilidad tiene también una parte de ciencia y es generalmente la que siempre queda atrás”.  

Tecnología e innovación como piedra angular en la gestión de proyectos 

¿Qué hace un Departamento de Proyectos y Sostenibilidad? Planteó el ponente en la sesión para explicar su labor dentro de Casa Grande de Xanceda (CGX), que consiste en seguimiento y racionalización de gasto e inversión; analizar los proyectos medioambientales para facilitar la toma de decisiones; garantizar la continuidad de la actividad mediante el cumplimiento legal (Compliance); ordenar los recursos naturales; hacer seguimientos medioambientales a proveedores y medir, analizar y evaluar la incidencia sobre el medio.  Precisamente en este punto hizo hincapié el experto para destacar la labor de CGX para crear un espacio protegido de interés natural en sus propias instalaciones, otra de las áreas de las que se encargan dentro de la empresa y que tiene por objetivo asegurar la continuación y preservación del entorno de la granja en el presente y de cara a generaciones futuras. Una acción poco habitual en el entorno privado, pero que pretende asegurar la continuidad del impacto positivo en el entorno en el que se sitúa la granja.  

Ellacuriaga hizo hincapié durante su sesión en la importancia de tener siempre presente la transversalidad: que los tres vértices de los sostenible vayan más allá de lo ecológico y teniendo en cuenta tanto el impacto económico, como el social y el medioambiental, con una innovación interrelacionada entre todos ellos que gire en torno a la tecnología, la organización y el impacto social. ¿En la base de la pirámide? La innovación tecnológica, entre el balance económico y el ecológico, “sin esto no llegas a ninguna parte”, destacó.  

Al mismo tiempo insistió en la diferencia entre innovar y simplemente cambiar, y la importancia de la economía circular con la mente siempre puesta en que la reciclabilidad no es infinita. Y es que un cambio tecnológico es un proceso temporal y acumulativo, que incrementa la habilidad de los grupos para resolver problemas sociales, económicos y culturales y no tiene por qué ser innovador. Tradicionalmente el cambio tecnológico se produce cuando se desplaza la curva de la frontera de posibilidades de producción hacia la derecha (los objetivos de producción no alcanzables pasan a serlo). ¿Al otro lado? La innovación que, según la definición clásica de Joseph Schumpeter, es la imposición de una novedad técnica u organizacional en el proceso de producción y no simplemente el correspondiente invento. Y con diferentes tipos: técnica, de servicios, de modelos de negocio, diseño, etcétera; además de cerradas o abiertas dependiendo de la forma en la que surgen.   

La importancia de la ubicación en un proyecto 

Con la base teórica ya instaurada, Ellacuriaga habló de la importancia de hacer uso de la tecnología para innovar en los procesos del día a día y como estos ayudan tanto a la empresa como a la sostenibilidad de sus actividades. Como ejemplo de ello, el ponente explicó a la clase una de las innovaciones más destacadas de Casa Grande Xanceda: la introducción de podómetros en las vacas para determinar, mediante la contabilización de sus pasos, cuándo es el momento idóneo de la vaca para gestar y sin utilizar ningún tipo de hormonas.  

Siguiendo esta línea, en la segunda parte de la clase el experto introdujo una práctica para, en grupos, crear una propuesta viable de transformación del sistema energético de una empresa ficticia en 100% renovable o autosuficiente. Con unos parámetros establecidos y un grupo de proveedores y de consultores conformado también por el propio alumnado, los equipos trataron de crear un proyecto factible. “No hay soluciones perfectas, pero el objetivo es generar autocrítica y capacidad para evaluar y valorar las soluciones y el trabajo de las empresas”, explicó al respecto Ellacuriaga.  

El equipo de proveedores y de consultores se encargó al final de la sesión de comunicar al grupo qué carencias había habido en su comunicación, mientras el experto trató de hacer entender a la clase la importancia de tener en cuenta todos los factores posibles a la hora de tomar una decisión. “Mirad siempre lo que tenéis al lado, salid del enfoque de ‘mi empresa, mi finca, mi propiedad’, para ver más allá”, explicó Ellacuriaga, al final de la clase mientras desvelaba al grupo la parcela de la empresa ficticia en la que habían trabajado y por la que no se había preguntado: un espacio en las cercanías de la Torre de Hércules, por lo que la mayoría de las propuestas se volvieron inviables en cuestión de segundos. Esto sirvió al ponente para insistir en la importancia de intentar llevarse los proyectos de sostenibilidad a sitios que encajan con ello, “un proyecto con sentido en la zona en la que te encuentras” con la mente siempre puesta en que la ubicación es el factor más importante. “Salir del zoom, ver dónde estáis; que cuando os embarquéis en un proyecto, tengáis en cuenta todos los factores”, concluyó el ponente.   

Beatriz Nestar Bueno
Periodista y alumna de la decimotercera edición del Curso de Experto en Sostenibilidad e Innovación Social