“Las auditorías sociales nos sirven para entender qué afecta a la productividad”
María Morell, del área de Sostenibilidad Social de la cadena de suministro en Inditex.
“La sostenibilidad está dejando de ser cuestión de sectores”. Así comenzó María Morell, del área de Sostenibilidad Social de la cadena de suministro en Inditex, una sesión en la que expuso los retos y transformaciones de la cadena de suministro textil, “cada vez más compleja y más global”, y cómo Inditex entiende el compromiso con la sostenibilidad, en evolución al compás de los cambios del modelo de negocio, desde su experiencia como coordinadora del reporte no financiero.
En la elección de un rumbo sostenible, valora la libertad para construir “un criterio propio” y sobre todo “la influencia de los grupos de interés”. Esta es una de las transformaciones que centra la atención del diagnóstico en el que se encuentran para elaborar el nuevo plan de sostenibilidad: las nuevas preguntas que se hacen los consumidores y el surgimiento de nuevas formas de activismo, a lo que se suma que “los inversores también se han activado”.
Otro nuevo fenómeno que señaló Morell es el impulso de organismos internacionales como la ONU, implicando a las empresas en objetivos globales. Un paso determinante fue la aprobación de los Principios Rectores sobre las empresas y derechos humanos en 2011, y más recientemente con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). “A diferencia de los Objetivos del Milenio, que implicaban a los estados, los ODS cambian el enfoque y se desglosan en indicadores, hablando el lenguaje de las empresas”. Unos marcos internacionales que han marcado pautas en Inditex: “Ya no vemos los problemas por países, sino por riesgos de derechos y por colectivos vulnerables”.
Morell se adentró en el modelo de sostenibilidad de Inditex definido como Right to wear: “supone la gestión de la cadena de suministro de forma informada, asumiendo como propias las expectativas de los grupos de interés”. Sostenido por pilares como la Política de Derechos Humanos del Grupo aprobada por el Consejo de Administración en 2016, el código de conducta renovado periódicamente desde 2001 y el plan sostenibilidad, su eje gira en torno a las auditorías sociales. “Se nota la responsabilidad que tienes como líder de un sector, hemos aprendido de las 11.000 auditorías del año pasado y, aunque trabajamos con propuestas innovadoras que mejoren la eficiencia, tenemos claro que no vamos a bajar en profundidad y nivel de exigencia”, aseguró Morell.
Un sistema de auditorías sociales que es el resultado de una metodología propia que ha ido desarrollando Inditex en colaboración con los sindicatos. “El trabajador está en el centro, son aliados a la hora de averiguar por qué obtenemos ciertos resultados”, destacó Morell. Como muestra, Inditex fue la primera empresa en firmar un acuerdo con IndustriALL Global Union, con el objetivo de disponer de más herramientas para “empoderar a los trabajadores y que ellos mismos luchen por sus derechos”.
Otra de las medidas clave en el engranaje de la sostenibilidad son las prácticas de compras responsables que suponen “la puesta en práctica de la responsabilidad en el modelo de negocio”, ya que “si aquellos que toman las grandes y pequeñas decisiones en la cadena de proveedores no entienden el impacto de sus acciones, no puede haber sostenibilidad”. Por eso, explicó Morell, es fundamental la formación específica para los compradores, pues “son los ojos de la empresa en la cadena de suministro”. Para concluir, un ejemplo muy ilustrativo: “Suele suceder que cuando un comprador hace un comentario acerca del empeoramiento de calidad de un proveedor, al consultar los resultados de auditorías sociales coincide con advertencias sobre el cumplimiento de Derechos Humanos”. De ahí la importancia de “crear entornos productivos sostenibles”.
Ana Narváez
Periodista y alumna de la octava edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social