“La sostenibilidad se ha convertido en una herramienta competitiva”

Antonio Álvarez, director de Sostenibilidad Ambiental de Inditex.

“Ser cada vez más sostenibles sin dejar de hacer moda” es el reto que lidera Antonio Álvarez como director de Sostenibilidad Ambiental de Inditex. Desde hace unos años cambiaron la concepción de los procesos de producción, de lineares a circulares. Una transformación que pasa por un cambio de mentalidad que contempla los procesos desde su origen al final de la vida de los productos. Para ello la clave está en “el pensamiento sistémico”, es decir, “en entender la lógica de las empresas interactuando con el sistema, en el que todo está interrelacionado, los beneficios y la naturaleza de donde provienen los más de 200 materiales que se usan en nuestros productos”.

“Actualmente, habiendo alcanzado los límites planetarios, solo con reciclar no basta”. De la toma de conciencia de esta situación surge Join Life, que funciona como “el sello ecológico de Inditex”, manteniendo el modelo de negocio, pero elevando los criterios de sostenibilidad social y medioambiental en todo el proceso. “Cuando se ponen cifras y se cuantifica el ahorro, se viabiliza el éxito de los proyectos”. Bajo este criterio, Álvarez planteó un ejercicio para entender el ciclo completo de producción que consistió en evaluar los impactos de prendas reales, con la idea de “entender el proceso global y determinar qué cosas se pueden mejorar”.

Si nos retrotraemos al inicio del ciclo, preocupa la biodiversidad, atacada por monocultivos y pesticidas. Es necesario controlar el origen de las materias primas, de ahí que hayan configurado mecanismos que garanticen la trazabilidad, como la viscosa certificada, o la madera FSC. En tintorerías y lavanderías, el foco se pone sobre la energía y el agua utilizada. “Se pueden hacer elecciones que tengan más o menos impacto, por ejemplo, usar carbón para generar calor necesario para tintar, o biomasa”. En el proceso de distribución, los impactos señalados fueron las emisiones generadas en el transporte de los productos y el uso del plástico. “El plástico de un solo uso es malo, pero el plástico en sí mismo no lo es. Si se recicla en circuito cerrado se minimiza el impacto”, argumentó Álvarez, destacando que la clave está siempre en cerrar el círculo de los procesos.

Otro de los retos es implantar estos procesos en todos los países. Por eso las auditorías son herramientas fundamentales “para calificar a los proveedores en función de su responsabilidad medioambiental”. Las prendas Join Life además de cumplir requisitos de composición de materiales, solo se producen en fábricas de los proveedores mejor catalogados en parámetros como la eficiencia energética o el uso de agua. De esta forma, explicó Álvarez, Join Life es un motor de cambio para los proveedores ya que “si quieren fabricar esa línea tienen que mejorar sus procesos”.

El papel del avance de la tecnología es crucial. La búsqueda de la innovación es constante, por eso desde el área de Sostenibilidad trabajan en alianzas para desarrollar tecnologías de reciclaje y nuevos materiales. Álvarez destacó la investigación en reciclaje con el MIT y el acuerdo con Lenzing, un referente en fibras vegetales, para confeccionar algunas de las prendas. Es necesario aplicar la prudencia mientras se viabilizan las nuevas soluciones. “En el departamento de Sostenibilidad, primero pensamos, luego hacemos y, solo después, decimos”, afirmó Álvarez.

Incidiendo en la necesidad de una aproximación holística a la sostenibilidad, Álvarez insistió en que hay que implicar a todos los actores, apelando a la razón y también a la emoción. “Solo vamos a alcanzar el propósito de sostenibilidad si nos implicamos porque todos queremos estar, porque la propuesta sea atractiva. Los mensajes dramáticos, según mi experiencia, no funcionan.”

 

Ana Narváez
Periodista y alumna de la octava edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social