“La ética empresarial configura el alma de la empresa”
Antonio Abril Abadín, presidente del Consello Social de la UDC, secretario general y del Consejo de Administración y director de Cumplimiento Normativo de INDITEX S.A.
“La idea de hoy es abrir las mentes”, con este propósito Antonio Abril Abadín, presidente del Consello Social de la UDC, secretario general y del Consejo de Administración y director de Cumplimiento Normativo de INDITEX S.A., dio comienzo a la sesión que tuvo lugar el pasado 31 de enero, acerca de compliance y sostenibilidad. Una materia “sin manuales, en cambio constante y que constituye la gran revolución de la empresa en el siglo XXI”.
Enfatizando el papel de las empresas como protagonistas del desarrollo económico y social, inició un recorrido cronológico explicando cómo se pasó de “unos felices primeros años de siglo XXI”, de prosperidad y apertura de fronteras, a una crisis mundial como consecuencia de los excesos cometidos por lo que Abril denominó “empresas sin alma”. Esto abocó a una exigencia de mayor rigor normativo. Casos como ‘los papeles de Panamá’ ponen en valor la función del compliance, ya que es difícil medir su impacto económico positivo, pero se puede medir el tremendo impacto negativo si la empresa carece de él.
Entre el histórico de normas que han regulado el gobierno corporativo destacó como fecha clave el año 2010, cuando se modifica el Código Penal introduciendo la responsabilidad penal de las personas jurídicas. “Supone un cambio de paradigma: se traslada la responsabilidad a las empresas y se instaura la necesidad de demostrar la eficacia de su sistema de prevención de delitos”. Esto se traduce en la creación y aplicación de códigos de conducta, “que definen la cultura ética corporativa; la empresa no puede ser la suma de éticas de las personas que trabajan en ella”. A la vez, reconoció Abril, hay espacio para la creatividad: ‘ética’ o ‘sostenibilidad’ son conceptos maravillosamente equívocos. Hay normas, pero luego hay que adaptarlas como un traje a medida a la empresa”.
En la segunda parte de la sesión se abordaron las claves del modelo de negocio de Inditex haciendo hincapié en lo que calificó como talón de Aquiles de la industria de la moda: el respeto a los Derechos Humanos en la cadena de proveedores. “La trazabilidad es la forma de atajar este problema”. ¿Cómo ha organizado una empresa que opera en 100 países y fabrica 1.600 millones de prendas cada año la función de cumplimiento normativo? “Hace 10 años nos planteamos, ¿quién lo hace? Y nos encontramos con que varios departamentos hacían compliance. Ahora todo pasa por la Secretaría General y existe una jerarquía normativa. Tenemos un código de conducta interno y otro externo para los proveedores. Hay un órgano decisorio, el Comité de Ética, y otro organismo encargado de la gestión, que es la Dirección de Cumplimiento Normativo”.
Algunas cifras de 2017 que revelan el despliegue del compliance en INDITEX son las 2.621 auditorías presenciales a proveedores y los 750.000 ensayos químicos de composición de producto. “Desde 2012 se han promulgado 86 normas. Allí donde hay un riesgo, se crea una norma para contrarrestarlo”, afirmó. Como prueba de la constante evolución de los retos del cumplimiento ético, Abril destacó que “el ámbito de la RSC en la moda en los inicios empezaba en la fábrica y acababa en la tienda. Ahora se exige atención al ciclo de vida completo, desde las materias primas a la postventa de las prendas”.
En este sentido, Abril transmitió también a los alumnos los últimos avances en los que está centrado el grupo empresarial: el tratamiento de aguas, con un plan de residuos cero en los procesos de fabricación; tiendas ecoeficientes; reciclaje de prendas; y canales de denuncias, que ya están plenamente implementados en la compañía y que se pondrán de moda en un futuro muy cercano: “vienen tiempos de canales éticos”, pronosticó.
Ana Narváez
Periodista y alumna de la octava edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social