Joaquim González Muntadas
Responsable de Relaciones Institucionales y Laborales RSC de Fiteqa – CC.OO.
Joaquím González Muntadas: “Trabajar juntos significa ver juntos la misma cosa, no mirarse el uno al otro”
Joaquím González Muntadas, quien hasta hace escasos días ha sido Secretario General de la Federación de Industrias Textil-Piel, Químicas y Afines (FITEQA) de Comisiones Obreras, tuvo a bien compartir con los alumnos del curso una sesión en la que acercarnos la perspectiva que desde el movimiento sindical se tiene de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Si bien la RSC es un fenómeno que el sindicalismo ha vivido en sus inicios de manera muy tímida, es de justicia reconocer que al mismo tiempo este acogimiento inicial ha venido marcado por la perplejidad y desconfianza que genera la inquietud de creerse cuestionado. Cuando a finales de la década de los noventa empezaban a sucederse los primerísimos intentos de implementación de estrategias de RSC, desde el movimiento sindical se entendió que bajo esas siglas se agazapaban amenazas que pondrían en jaque su legitimación como interlocutores sociales y de representación de los trabajadores en el mismo seno de la empresa. Hoy por hoy, con una práctica de la RSC cada vez más institucionalizada “se puede ser incrédulo, sí, pero ya no perplejo”.
Para el movimiento sindical, la materialización más visible de la RSC es el Código de Conducta, marco normativo fruto de la voluntariedad unilateral de la empresa y que regula en muchos casos el cumplimiento de unas condiciones básicas con unas garantías de mínimo alcance. Frente a éste, sostiene el ponente, ha de prevalecer el derecho a la negociación colectiva que es “la verdadera madre de todos los derechos”, donde la obligatoriedad y la necesidad de consenso entre las partes rigen, tanto así como el cumplimiento de los acuerdos que de la negociación entre ambas resulten. El mérito, señala, pasa por conseguir que el código de conducta deje de ser una figura de cumplimiento voluntario para ser obligatorio. El peligro, advierte, no hacerlo extensible al conjunto de la cadena de producción en una economía global. El riesgo, sentencia, llegar a confundir deslocalización de la producción con desregulación de las condiciones laborales.
Acostumbrados a gestionar la dureza que imprimen las tradicionales relaciones entre trabajadores y empresas, toca ahora resolver la gestión de lo intangible, de las nuevas relaciones derivadas de los nuevos modelos productivos y esto sin duda debiera ser acogido como uno de los grandes retos a los que el movimiento sindical oriente sus esfuerzos. La RSC ha nutrido de nuevas dimensiones su tradicional labor: controlar el cumplimiento de las condiciones de trabajo con independencia de lo cerca o lejos que se encuentre el puesto de la sede central, constituyendo la labor sindical en palabras de Joaquím González “el mejor cauce de comunicación entre los trabajadores del sur y los consumidores del norte”.
Noelia Salido
Socióloga, investigadora y alumna del Posgrado en Responsabilidad Social de la Cátedra Inditex-UDC.