Javier Gavilanes: “Es más vinculante para un país ir a la ONU a rendir cuentas de la Agenda 2030 que ser sancionado”

Jefe de la Asistencia Técnica Internacional del Programa ADELANTE de la Comisión Europea
“La Agenda 2030 de desarrollo sostenible, una oportunidad para todos”

Si los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Agenda 2030 de la ONU son una de las biblias del alumnado del CESIS de la Cátedra Inditex-UDC de Sostenibilidad, la sesión con Javier Gavilanes el jueves 23 de enero fue un ameno y riquísimo recorrido del antiguo al nuevo testamento. Actualmente Gavilanes es jefe de la Asistencia Técnica Internacional del Programa ADELANTE, de la Comisión Europea / Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo (DG-DEVCO) para fomentar la Cooperación Sur-Sur y Triangular entre Europa y América Latina y el Caribe. Abogado y especialista en relaciones internacionales, formó parte del equipo que preparó la presentación de España en 2018 al examen nacional voluntario de Naciones Unidas sobre la implementación de la Agenda 2030. En su opinión, resulta más operativo para la consecución de los ODS este examen voluntario “interpares” en Nueva York que el establecimiento de un sistema sancionador.

Un viaje en el tiempo desde los años posteriores a la II Guerra Mundial hasta los objetivos planetarios establecidos por la ONU para el 2030. De la frase de Kennedy a rising tide lifts all boats (cuando sube la marea todos los barcos flotan) al convencimiento de que el desarrollo, más allá de los indicadores económicos, es humano e imprescindible para la libertad, defendido por el influyente economista indio y Premio Nobel en 1998, Amartya Sen. Javier Gavilanes ofreció en el CESIS una visión histórica de los ODS, sus antecedentes, su contexto y cómo se llega a septiembre de 2015, cuando 193 países aprueban estos 17 objetivos.

Así, buena parte de la sesión analizó cómo se pasa de la Declaración del Milenio a la Agenda 2030. En el año 2000 la Cumbre del Milenio de la ONU estableció ocho objetivos de desarrollo del milenio (ODM): pobreza, educación, igualdad, reducción de la mortalidad de menores de 5 años, mejora de la salud materna, combatir el sida, la malaria y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una alianza mundial del desarrollo. “La agenda del año 2000 era una agenda de lucha contra la pobreza, en la línea del trabajo del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). Hubo luces: se logró un gran consenso internacional, se establecieron los indicadores de medición, los procesos de seguimiento y la implicación de la sociedad civil. Pero también hubo sombras como la falta de participación de muchos países de renta media o el no haber recogido puntos esenciales para el desarrollo. Y, a pesar de esto, se obtuvieron buenos resultados”, explica Gavilanes.

¿Se identifican entre el año 2000 y el 2015 los puntos de inflexión que ya nos anuncian los ODS? Por un lado, la Declaración de París de 2005 con el II Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda ya marca la apropiación, alineamiento, armonización, gestión de resultados y mutua responsabilidad con rendición de cuentas. “El más rico no puede dirigir los procesos. París fue todo un cambio para la manera de trabajar de los agentes implicados, se crearon instrumentos nuevos como el apoyo presupuestario, yendo el dinero directamente a los presupuestos generales del país receptor, el donante perdía control y se establecían indicadores de medición”, resume Gavilanes. Se ponen en marcha dos procesos globales: la Agenda de Eficacia de la Ayuda y la Agenda de Financiación para el Desarrollo.

Otro punto de inflexión tiene lugar en 2012 con la Cumbre Río+20 (Brasil), en la que el desarrollo humano sostenible se convierte en el centro de la reflexión. “Es realmente en 2012 cuando se decide 2015. Se rompe la dicotomía países ricos/países pobres y se ponen en marcha once consultas globales, regionales y locales, la encuesta “My World” en la que participan millones de personas y se establece el Grupo de Trabajo Abierto ODS, al que se le pide que responda a 3 dimensiones: social, económica y medioambiental”.

17 objetivos, 169 metas y cuentas que rendir
El grupo de trabajo de los ODS seguirá unos principios inspiradores: una agenda con la participación de gobiernos y sociedad civil, donde la erradicación de la pobreza sea un fin, pero con una orientación general al desarrollo humano sostenible, integración de los ámbitos económico, social y medioambiental y con vocación universal, es decir, para todos los estados. Los ODS establecen interdependencia entre países y entre los propios objetivos; unos dependen de otros, por esa razón la prevención, la eficiencia y el compromiso de todas las partes son imprescindibles. “Uno de los retos que más preocupaba a la ONU era que los ODS fueran comunicables, que llegasen a la ciudadanía. De ahí, las cinco Ps: people, planet, prosperity, peace, partnership, que además de estrategia de comunicación, responden al corazón de la Agenda 2030. Los ODS, por bloques, se enmarcan en estas cinco categorías”, apunta Gavilanes.

Con el lema de “sin dejar a nadie atrás”, está recorrido un tercio del camino para la consecución de los ODS adoptados en 2015 por la ONU. En 2016 ya más de veinte países rindieron cuentas en Nueva York de lo que estaban haciendo para la Agenda 2030 y sus objetivos; en 2017 ya se habían examinado de forma voluntaria 65 países. “Funciona mejor el examen interpares que la sanción, hace 50 años igual no sería así, pero ahora sí”, señala Javier Gavilanes. España presentó su plan de acción en la ONU en 2018 y, de acuerdo a Gavilanes, se ha tomado muy en serio la Agenda 2030, liderando algunos de los procesos preparatorios, creando en 2017 el Grupo de Alto Nivel para la Agenda 2030 (GAN), aprobando una proposición no de ley a finales de ese mismo año y creando en 2018 el Alto Comisionado para la Agenda 2030. Días antes del encuentro con Gavilanes en el CESIS, el nuevo Gobierno de España anunciaba la creación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030; la víspera de la sesión, llegaba la noticia de que la agenda 2030 da nombre y contenido a una nueva Secretaría de Estado.


Arancha Estévez Lavandeira

Periodista y alumna de la novena edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social