Irene Fernández: “Para el profesional de la sostenibilidad, el análisis de materialidad es su principal herramienta debido a su transversalidad”

Irene forma parte del equipo de Hands-on Impact, una consultora boutique de gestión de la sostenibilidad y medición de impacto.

“Análisis de Materialidad: ¿Qué es, qué no es, para qué sirve y cómo hacerlo?”.

 

Este tercer taller del CESIS celebrado el 15 de febrero nos acercó al concepto de materialidad, un término de origen financiero -otro más en el argot de la sostenibilidad, en ese afán por hacer equiparables el análisis financiero y el de sostenibilidad-. Material es aquel asunto relacionado con la sostenibilidad que tiene una importancia sustancial para la compañía dado que puede impactar positiva o negativamente en su ecosistema. Hasta ahora el abordaje consistía en determinar qué temas eran capitales para los grupos de interés y cuáles para la compañía.

Análisis de doble materialidad

La nueva Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa de la UE (CSRD) obliga a las empresas a reportar bajo criterios de doble materialidad. A diferencia de la materialidad tradicional, en la doble se diferencia entre materialidad de impacto y materialidad financiera.

La materialidad de impacto identifica los efectos que ya están siendo causados por la entidad y por su cadena de valor en su entorno ambiental, físico y social. Es una visión de dentro hacia fuera. La materialidad financiera, distinta a la utilizada en los informes financieros, identifica los principales factores del entorno ambiental, físico y social que son ajenos a la compañía y que tienen potenciales consecuencias financieras en ella -visión de fuera hacia dentro-. A cada uno de los asuntos materiales se le asigna un valor en función de su impacto y se obtiene una coordenada (Xmaterialidad financiera, Ymaterialidad de impacto) donde valores más altos de x o de y implican mayor impacto. Esta representación gráfica nos permite identificar aquellos asuntos en los que debemos incidir primero para minimizar riesgos y maximizar oportunidades. Podemos elegir, por ejemplo, centrar nuestra estrategia en los que caigan en el cuadrante superior derecho.

Los asuntos que se revelan importantes haciendo este análisis no son los mismos que los que saldrían en un análisis de materialidad sencilla. El enfoque es distinto. Es pasar de evaluar “cómo me pueden afectar internamente los asuntos que demandan mis grupos de interés ” a  entender “cómo puedo generar valor con mi actividad para la sociedad y cómo puede el entorno impactar en mi actividad, ayudando o entorpeciendo la consecución de expectativas y  objetivos”.  El análisis de doble materialidad no es evaluar el desempeño ASG de la compañía ni es un análisis de riesgos extrafinancieros. No podemos, por ejemplo, dar una puntuación alta al reciclaje de residuos en nuestra oficina por muy bien que hagamos la separación de cartón y envases si en nuestro modelo de negocio los residuos son poco significativos, ya que la actividad productiva no conlleva la generación de grandes cantidades ni de peligrosos, por ejemplo.

La matriz de materialidad no es un output que se realiza con fines de reporting corporativo sino un input en el que apoyar la estrategia, el plan de acción social o la política compliance,  pues permite identificar los asuntos que son más prioritarios para la sostenibilidad de la entidad. La matriz de materialidad no tiene sentido si no va acompañada de un análisis donde se desgranan las fuentes y los resultados. El análisis de materialidad no es tampoco un método estadístico, pues la fiabilidad y cercanía de la fuente que alerta de los asuntos materiales se ponderará a criterio del analista para concederle mayor o menor peso con el objetivo de purgar la muestra. En base a este análisis orientaremos la estrategia a minimizar/maximizar los impactos negativos/positivos que la entidad puede generar y que pueden ser distintos de los que los grupos de interés están demandando.

Matriz de materialidad tradicional (Informe de Sostenibilidad Telefónica 2020)

 


Matriz de doble materialidad (Informe de Sostenibilidad Telefónica 2021)

 

Debemos minimizar nuestros sesgos incorporando a la revisión inicial de documentación externa una consulta con los distintos roles corporativos y grupos de interés para evaluar los asuntos materiales Es decir, además de revisar legislación, white papers, buenas prácticas, marcos de referencia, etc, debemos celebrar reuniones one to one e, idealmente, una encuesta cerrada con los distintos roles corporativos y grupos de interés externos para evaluar los asuntos materiales.

Para que este análisis refleje fielmente los impactos es importantísimo hacerlo de manera honesta. Es fácil que se queden fuera de él asuntos que no se quiera que vean la luz si excluimos a ciertos colectivos, o que salgan sobrevalorados asuntos poco relevantes si centramos demasiado las consultas en un colectivo concreto. No incluir a ciertos grupos deliberadamente es como hacerse trampas al solitario, porque la importancia de fundamentar la estrategia en datos de calidad es obviamente altísima. Además, el hecho de que los datos deban ser publicables puede indirectamente inducir al sesgo, pues en vez de pensar en medir información relevante podemos caer en el error de medir información poco importante pero en la que se pueda acreditar un buen desempeño para hacerla más atractiva. Pensemos que la información será comparable entre años y lo que se espera es que los indicadores vayan mejorando, por lo que sesgar resultados no sería ni honesto ni beneficioso a medio y largo plazo.

“Para el profesional de la sostenibilidad, el análisis de materialidad es su principal herramienta, por ser un análisis transversal que le proporciona información acorde a sus competencias que también lo son”.

Comparabilidad de los reportes

La nueva Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa de la UE (CSRD) persigue la comparabilidad entre informes de sostenibilidad de las diferentes compañías. El EFRAG (European Financial Reporting Advisory Group), que es el órgano encargado de realizar asesoramiento técnico a la Comisión Europea sobre las normas de informes de sostenibilidad, aprobó el pasado 15 de noviembre de 2022 el primer conjunto de estándares de información de sostenibilidad europeos (ESRS) que deberán reportar las empresas.  Este organismo   recomienda que el consejo de administración tenga una comisión con competencias en sostenibilidad. La CNMV lo ratifica.

Fases del análisis de materialidad

El taller incluyó la realización de un caso práctico para profundizar en las diferentes fases que comprende la realización del análisis de materialidad y que son las siguientes:

FASE 1 MAPEO SECTORIAL. Para ello echaremos manos de diferentes herramientas de investigación, yendo de lo general a lo particular. Investigando fuentes relevantes que pueden ser representantes financieros (SASB,MSCI), artículos especializados, normativa, rankings, white papers, think tanks, informes sectoriales, observando otras entidades que sean locomotoras sectoriales, etc., de los que vamos a extraer aquellos asuntos que son tendencia. Cuanto más compleja sea la compañía más detallado será el análisis de materialidad porque en general será más compleja la toma de decisiones.

FASE 2 EVALUACIÓN EXTERNA:  Se realiza la evaluación de los asuntos materiales con un enfoque no financiero. Se evalúa el impacto de la compañía en los asuntos materiales relevantes, pudiendo ponerse el foco tan cerca del asunto como se estime conveniente para que quede fielmente caracterizado de manera proporcional a su capacidad de impacto.

FASE 3 EVALUACIÓN INTERNA: Se evalúa el impacto de los asuntos materiales desde un enfoque financiero, es decir, el impacto que pueden tener potencialmente dichos asuntos en la consecución de la estrategia corporativa y en los resultados. Para ello nos podemos valer de herramientas como entrevistas internas, encuestas o focus groups

FASE 4 CONSOLIDACIÓN: Analizando la información interna y externa se evalúan los temas más relevantes. Para ello nos apoyamos en la matriz de materialidad, pero también podrían incluirse otras herramientas como redes de relaciones entre asuntos.

FASE 5 VALIDACIÓN: Se presenta y valora la propuesta a los grupos de interés internos y externos comprobando que no contiene sesgos, es decir, que no han quedado fuera temas relevantes o potencialmente relevantes. Es importante involucrar a la Dirección Económico-Financiera de la entidad.

Carmen Conde Salgado
Ingeniera de caminos, canales y puertos. Alumna de la duodécima edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social