Helena Redondo

Socio del Área de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad de Deloitte

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Helena Redondo: “El informe integrado es un paraguas, no la solución a todos los males”

Una información transparente, accesible para todos los grupos de interés, comprensible también para todo aquel que no sea un experto en la materia en cuestión y suficiente para tomar decisiones de inversión. Es el tipo de rendición de cuentas que se ha vuelto necesaria, según la socia del área de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad de Deloitte, Helena Redondo, con la crisis. “Porque lo que había ya no vale, surgió la necesidad de realizar un informe integrado en las empresas internacionales. Porque antes se centraban más en su imagen que en dar datos reales”, explicó la docente durante la sesión del Posgrado en RS de la Cátedra Inditex de Responsabilidad Social de la UDC celebrada el pasado 25 de abril.

Un buen gobierno corporativo y un conocimiento de los posibles riesgos de la actividad empresarial forman parte de la “clave” para evitar “muchos problemas”. Tal y como apuntó Redondo, “si somos capaces de tener un gobierno corporativo competitivo, con una clara segregación de funciones, seremos capaces de mejorar la información que ofrece la compañía”. Y en este mismo camino, añadió, “si las entidades tuvieran una buena información sobre riesgos, podrían evitarse muchos problemas”. “Pero España es un país que siempre ha sido muy poco transparente, tenemos mucho miedo de lo que pueda hacer la competencia”, recordó la representante de Deloitte haciendo referencia a la cultura del “a ver cómo lo puedo decir sin decirlo”.

Ante la supuesta falta de neutralidad de la información -según la socia del área de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad de Deloitte, “no existe información neutra porque las compañías eligen qué quieren dar”-, Redondo explicó que “la naturaleza del negocio en cuestión es muy importante” y que, en un mercado global, “la información debe ser global, con las mismas normas y criterios para todos”. Eso sí, debe tenerse presente que “el exceso de información suele provocar una marcha atrás en la transparencia”. En este sentido, indicó que el reporte integrado “muestra los vínculos entre estrategia, gobierno y rendimiento desde la perspectiva financiera y el contexto social, medioambiental y económico en el que opera”, y continuó matizando los indispensables de todo documento: objetivos -“es lo fundamental y lo que más suele olvidarse”-, contenidos, formatos y medios. Además de la información sobre la gestión empresarial, “el cómo”, que “debe facilitar la toma de decisiones”.

Si algo generó debate en el aula fueron las pinceladas sobre el destinatario del reporte. “La información equilibrada dirigida a todos los grupos de interés es imposible, hay que priorizar entre los mismos”, argumentó la docente ante posturas que abogaban por ofrecer información “relevante” para todos los stakeholders y no solo para uno de los grupos. En el caso de las sociedades cotizadas, Redondo se decantó por los inversores como colectivo prioritario para ser informado. “Hay que tener en cuenta que el informe integrado es un paraguas, no la solución a todos los males. Y, por este motivo, no elimina la necesidad de otros informes”, subrayó. Eso sí, concluyó, “nadie tiene claro lo que hay que hacer concretamente”.

Aida Mosquera
Periodista y alumna del Posgrado en RS de la Cátedra Inditex de Responsabilidad Social de la UDC.