“Hay vacíos de liderazgo y las empresas pueden llenarlos dando voz a sus grupos de interés”

María Fernández Sabau, asesora independiente especializada en incidencia, desarrollo estratégico y creación de políticas.

María Fernández Sabau, asesora independiente especializada en incidencia, desarrollo estratégico y creación de políticas, trajo a la Cátedra Inditex-UDC de Sostenibilidad la visión más innovadora de la RSC. Con ejemplos de acciones corporativas que se confunden con activismo y dinámicas de participación ciudadana, introdujo el concepto de “incidencia social empresarial”, demostrando que “la escucha a los grupos de interés puede llevarse al siguiente nivel”.

Una escucha que se ha canalizado en departamentos de advocacy, desde donde se trabaja la interacción con grupos de interés de forma proactiva, creando capacidades que van más allá de la RSC clásica. Se trata, según Fernández Sabau, de equipos dedicados a “detectar los puntos ciegos del negocio, los fallos del sistema, para reaccionar y llevar a cabo acciones que mejoren la vida de las personas”. “Esto no es una crítica a la RSC tradicional, más bien una evolución, un recorrido posible que se irá produciendo cada vez en más empresas”, aseguró.

Aunque cada empresa lo hace a su manera, detrás suele haber ingredientes comunes: CEO comprometidos, apertura a la retroalimentación constante y puesta en práctica de liderazgos conscientes: “como empresa tienes herramientas, tienes contactos, puedes concretar acciones y ofrecer soluciones”. Una afirmación que Fernández sustentó en barómetros de confianza como el de Edelman que indican que “el 64% piensa que los líderes de las empresas deben posicionarse frente a políticas, mientras que el 53% cree que las empresas tienen poder para solucionar problemas.”

Con el ejemplo de Ben&Jerry´s vimos a su CEO poniendo cara a la campaña de presión política en favor del matrimonio homosexual en Australia, afirmando sin rodeos que “las empresas deben jugar un papel social, ser parte del diálogo”. Una característica del advocacy de Ben&Jerry´s que destacó la docente es “la búsqueda del mejor socio posible y, a partir de esa alianza, movilizar a organizaciones más pequeñas, activando procesos de innovación social”.

Otro ejemplo de empresa que cree en la movilización ciudadana es el de Patagonia y su escuela de activismo. “En lugar de dar una donación a una causa concreta, proporciona herramientas para que quien la promueva la defienda mejor”, explicó. Al darse cuenta de que hacía falta conectar las causas con los consumidores, pusieron también en marcha una plataforma digital que de paso aplica su máxima “todos somos locales”. “Patagonia action works es un ejemplo de cómo de usar las herramientas empresariales para crear impacto global a partir de proyectos locales”, según la ponente, que destacó también la transformación del departamento de RSC de Patagonia en un área plenamente dedicada a las relaciones con terceros.

Analizando el caso de la empresa Virgin, Fernández señaló el liderazgo de su CEO y la propuesta de su modelo de negocio, que “busca nuevas experiencias para los usuarios que no tenían acceso a determinados servicios, como telefonía o vacaciones. Su especialidad es encontrar oportunidades – para su negocio- pero también para los demás, y para ello capitaliza todos los contactos que su CEO tiene personalmente”.

Tres ejemplos que mostraron que “la clave es tejer red” para una nueva forma de entender la RSC de forma dinámica, más allá de cumplir normas, activando radares que detecten problemas y forjando alianzas para aportar soluciones.

 

Ana Narváez
Periodista y alumna de la octava edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social