Gonzalo Martín Villa
Responsable de Wayra. Director Secretaría General Técnica Telefónica
Gonzalo Martín-Villa: “Si un proyecto no genera dinero, o de verdad cambia el mundo o es algo imposible”
“Haciendo el negocio bien, resulta que haces el bien; y si los proyectos tienen impacto positivo en la sociedad, mucho mejor. La responsabilidad social corporativa, o la vinculamos con el negocio o no hay forma de que funcione”. Fue la conclusión de la sesión del Posgrado en RS de la Cátedra Inditex de Responsabilidad Social de la UDC celebrada el pasado 19 de abril. Al menos así lo expuso el responsable global de Wayra, Gonzalo Martín-Villa, que se refirió a la necesidad de monetización como “el problema de la innovación social”. “Si un proyecto no genera dinero, o de verdad cambia el mundo o es algo imposible”, subrayó.
A través de Wayra (Grupo Telefónica), emprendedores de América Latina, España e Inglaterra –“por el momento”, matizó su responsable al anunciar que están trabajando en su implantación en otros países europeos- encuentran una oportunidad formativa, financiadora y de contactos profesionales para hacer realidad sus proyectos de innovación tecnológica. “Prácticamente todos los proyectos en los que nos dedicamos pueden ser RSC, porque todo lo vinculado con la tecnología en cierto modo mejora la vida de las personas, y porque ayudamos a gente joven a desarrollar su talento en su propio país de origen. Así Wayra, siendo negocio, también genera empleo, riqueza y empresa”, explicó Martín-Villa.
Evitar el miedo de los emprendedores al fracaso, fomentar “mentes abiertas”, aumentar la transparencia de la empresa financiadora y asesorar a los equipos de trabajo para que hagan de sus iniciativas realidades “escalables” son algunos de los pilares de Wayra. “La gente tiene la idea de la innovación como algo espectacular, y a veces se trata de pequeños cambios en cosas ya existentes. De ahí que el 80% de los proyectos, más o menos, pueda sonarte”, advirtió el CEO de Wayra.
Convencido de que “la primera RSC que tiene la empresa es hacer bien su negocio”, Martín-Villa subrayó que “si la RSC es para pedir perdón, no vale”. De este modo, apuntó, el convencimiento y la confianza en la apuesta por la responsabilidad social deben estar por encima de un carácter meramente reputacional, y recordó que el problema, o ventaja, es que, al igual que sucede con el emprendimiento, “las reglas no están escritas”. En este sentido, aunque reconoció que “en España no hay mucha cultura emprendedora” y que, en parte, esto puede deberse a la falta de apoyos económicos a estas iniciativas, el responsable de la sesión aseguró que “el emprendedor, más que dinero, necesita que lo dejen trabajar en paz”.
Aida Mosquera
Periodista y alumna del Posgrado en RS de la Cátedra Inditex de Responsabilidad Social de la UDC.