Francisco Javier Gavilanes: “Cada frase de cada párrafo de la Agenda 2030 es un consenso de toda la humanidad”

Jefe de la Asistencia Técnica Internacional del Programa ADELANTE de la Unión Europea.
“Agenda 2030 para el desarrollo sostenible”

“Una mirada al pasado”, así es como introdujo Francisco Javier Gavilanes la sesión formativa que impartió al alumnado de la décimo tercera edición del CESIS el pasado 11 de enero bajo el título Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Gavilanes es jefe de la Asistencia Técnica Internacional de ADELANTE 2, un programa de la Unión Europea / Dirección General de Asociaciones Internacionales para el fomento de la Cooperación Triangular entre Europa, América Latina y el Caribe.

Un objetivo firme desde el cambio de milenio

La sesión dio comienzo con una primera hora y media dedicada a establecer un marco teórico en el que poder comprender el significado y valor de la Agenda 2030 desde una mirada transversal. ¿Qué se quiso proponer a la humanidad con este documento? Esa es la pregunta que Gavilanes respondió echando un vistazo atrás a la historia de este concepto, que nació con la Cumbre del Milenio en el año 2000, pero que empezó a forjarse en los 90 cuando el concepto de desarrollo comenzó a cambiar de la mano de José Antonio Alonso. Ese nuevo entender puso el foco de atención en las personas, en el ser humano como protagonista del desarrollo, y no en la riqueza como la solución de todos los problemas.

Así, en la Cumbre del Milenio, bajo la atenta mirada de toda la humanidad, se aprobaron los ODM, un conjunto de ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, precursores de los que ahora se enmarcan en la Agenda 2030, pero con un carácter mucho más arcaico. Estos ocho se completaban con 21 metas y 60 indicadores para medir su progreso, un avance que ya se sentía en el aire, tal y como hizo hincapié Gavilanes en la sesión: surgió de un “consenso internacional” para establecer estos ocho objetivos en un marco y unión global. No estuvieron exentos de debilidades, principalmente por el foco principal de acción que buscaban todos ellos en una agenda de lógica antigua centrada en erradicar la pobreza, pero que tiene sentido en el contexto histórico del momento.

Los primeros pasos hacia la Agenda 2030

Los ODM fueron los detonantes necesarios para que entre los años 2000 y 2015 se creasen dos nuevas agendas centradas en hacer avanzar los esfuerzos de esos ODM y alcanzar mejores resultados. En esta línea se habló en la Declaración de París de 2005 sobre la eficacia de la ayuda al desarrollo, donde se acordó que estos esfuerzos fuesen más eficaces y se solicitaba un alineamiento entre los países miembros con sus políticas, así como una unión de todos los países donantes, una mutua responsabilidad y rendición de cuentas.

Sería en la Cumbre de Río cuando se diese cuenta de los datos positivos alcanzados hasta esa puesta en común en el año 2012. Este evento se produjo tan solo tres años antes de finalizar el plazo de esas primeras agendas, por lo que fue un punto de inflexión para la humanidad, donde comenzó a forjarse una tendencia, liderada por España, para establecer que el desarrollo no es solo una lucha contra la pobreza, sino una noción mucho más amplia.

De Río se salió con el concepto de “desarrollo humano sostenible”, que se convirtió en el centro de reflexión con la idea de, en vez de cancelar con el plazo de finalización de 2015 esos ODM, trabajar en los siguientes tres años en definir una nueva agenda, con procesos globales renovados para establecer los retos de la humanidad a dicha fecha. Entre esos procesos globales se encontraban 11 consultas, la encuesta ‘Mi Mundo’ y el grupo de trabajo abierto sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Asamblea General de Naciones Unidas.

2015: un hito muy importante para la Agenda

“Cada frase de cada párrafo de esta Agenda es un consenso de toda la humanidad”, destacó Gavilanes durante la sesión, en la que explicó con detalle la aprobación de la Agenda 2030 en ese importante 2015, culmen de tres años de trabajo, y compuesta por un total de 17 objetivos con sus correspondientes 169 metas y sustituyendo la M de los ODM por la S de sostenibilidad. “Desarrollo sostenible es que, si falta algo en mi vida, la de mi entorno se desestabiliza”, y con eso en mente se evoluciona de la pobreza y la alianza entre personas a un plano multidimensional en el que se incluye personas, prosperidad, planeta, paz y alianzas en una rueda que se retroalimenta entre conceptos bajo el lema “leave no one behind”.

El principal objetivo de estos ODS es que resuenen con todos, que las metas se establezcan a nivel global y forjadas bajo el acuerdo de todos los países miembros. “Una agenda que empieza con la P de Personas”, que se centra en el derecho de todos a vivir donde ha nacido y crecido y que hace hincapié en el desarrollo sostenible como un concepto primeramente social. Por ello, los objetivos que abren la Agenda son aquellos relacionados con la dignidad humana. Este nuevo documento supone a su vez un avance firme también en la forma en la que se miden los progresos de estas metas con el desarrollo de indicadores avanzados divididos en cuatro niveles diferentes: global, regional, nacional y local.

“Muchos de los objetivos se consiguen cambiando la forma de hacer las cosas”

La Agenda 2030 no es obligatoria y se nutre del esfuerzo de las personas por querer avanzar. Gavilanes hizo hincapié durante la sesión en que no se trata a veces de instaurar nuevas políticas, sino de cambiar la forma en la que se hacen las cosas.

Esto precisamente quiso poner en práctica durante la última parte de la sesión con un caso práctico en el que, por grupos, el alumnado tuvo la oportunidad de entender la Agenda 2030 aplicada a un contexto concreto, y proponer medidas dentro de una empresa existente seleccionada entre ellos para mejorar su sostenibilidad. Así, además de tratar de buscar nuevas acciones que ayuden al desarrollo de las entidades, los participantes pudieron también comprender el documento de forma práctica tratando de enlazar los objetivos de sostenibilidad y sus metas con acciones que las empresas ya realizan en su día a día y que, con un simple cambio en su modus operandi, supondrían un avance más en favor de los ODS de la Agenda 2030.

 

Beatriz Nestar Bueno
Periodista y alumna de la decimotercera edición del Curso de Experto en Sostenibilidad e Innovación Social