Cristina Moral Zarrabeitia: “La gran tarea al construir una infraestructura es la gestión del impacto social”

Gerente de Responsabilidad Corporativa de Ferrovial
"Crecimiento, riesgo y operación, los tres vectores de la Responsabilidad Corporativa"

Cristina Moral, licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad del País Vasco y MBA por Deusto, comenzó su carrera profesional en Arthur Andersen, como auditora financiera y en el año 2002 entra en el Grupo Ferrovial. De los departamentos de control de gestión y relación de inversores pasa en 2006 a la Dirección de Comunicación y Responsabilidad Social Corporativa de este gigante de la ingeniería. “Todas nuestras actividades generan un impacto irreversible, social, económico y ambiental. Nuestro deber es minimizar el impacto negativo”, explica. Moral, que lidera la estrategia de RSC del grupo empresarial, es vocal del Comité Ejecutivo de la Red Española Del Pacto Mundial y representante de Ferrovial en el Grupo Asesor del sector privado del Fondo de Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Ferrovial fue fundada en 1952 por el ingeniero Rafael Pino y Moreno, que trajo a España desde Alemania una “cajeadora”, máquina que colocaba automáticamente las traviesas en las vías de tren. Del sector ferroviario, la empresa salta a la construcción civil e industrial. Pino y Moreno escribe en 1962 “El manual del despilfarro”, que sigue vigente entre la plantilla a día de hoy y se considera el germen de la RSC en la empresa. En la actualidad, el Grupo Ferrovial se define como un operador de infraestructuras sostenibles, innovadoras y eficientes, alrededor de los valores identitarios de colaboración, innovación, respeto, excelencia e integridad. Cuenta con 90.000 empleados y 300 directivos. El grupo construye y gestiona infraestructuras a largo plazo, por lo que entiende que la selección de operaciones extranjeras tiene que vincularse a entornos estables desde un punto de vista político y legal. En 2020 sus principales mercados son Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, España y Polonia.

Son cuatro las divisiones del grupo: aeropuertos, con un 25% de participación en Heathrow y 50% de propiedad de Aberdeen, Glasgow y Southampton; autopistas, con 23 concesiones en 9 países; y construcción y servicios, división actualmente en venta. Moral sitúa el impulso de la RSC en la compañía en el año 2006, año en el que varios grupos españoles desembarcan en Reino Unido: Ferrovial invierte en 5 aeropuertos, pero además Teléfonica compra O2, Iberdrola adquiere Scottish Power, y Grupo Santander, la entidad de crédito Abbey National. “En aquel momento reflexionamos, no estábamos transmitiendo nuestra identidad, ni cómo creábamos valor. Empezamos a notar una mala reputación y nos damos cuenta de que hay intangibles que no estamos ni gestionando ni monitorizando”, expone Cristina Moral, que explica que los vectores de RSC en Ferrovial son el crecimiento, el riesgo y la organización.

En los últimos años el grupo se ha centrado en la innovación social en todos los proyectos que acomete; algunos verdaderamente remarcables como la autopista de Toronto 407ETR con dispositivos electrónicos para la detección de vehículos; el Thames Tadey Tunnel, el mayor proyecto de saneamiento de agua en el Reino Unido, actualmente en construcción con 25 quilómetros de túnel para evitar la llegada de los residuos al río Támesis los días de lluvias fuertes; o la Carrera 80 de Medellín, poco más de cuatro quilómetros de autopista cuya construcción implicó la gestión de expropiaciones de tierras e infraviviendas y reubicación de comunidades en el mismo entorno, aplicando mejoras en su calidad de vida. “El análisis de impacto social fue el trabajo de mayor peso en esa obra; conocer la comunidad, establecer oficinas de quejas, sugerencias y demandas, reubicar 1.600 viviendas. Ayudamos a legalizar muchas viviendas y acometimos una reordenación urbanística de la zona, a mayores de los 1.200 empleos creados en la construcción de la autopista. Un jefe de obra en un proyecto debe ser mucho más que un ingeniero, que un constructor, se convierte en un mediador con la comunidad”, explica Moral para añadir que el plan de infraestructuras de Colombia también ha contribuido al proceso de paz.

Lecciones aprendidas
En Colombia, como en otros mercados, Ferrovial opera en sus proyectos con socios locales. Moral dedicó parte de la sesión a señalar la relevancia de los procesos de debida diligencia de los socios. La experiencia reciente en Colombia ha resultado lo suficientemente positiva como para que el Grupo Ferrovial, tras años de ausencia en este país, apueste por nuevas licitaciones con visión a largo plazo. Pero, como indica Cristina Moral, también ha habido lecciones aprendidas en importantes fiascos. Para mostrarle al alumnado un caso de mala gestión de riesgos, la responsable de RSC explicó que tras la compra de la empresa australiana de servicios Broadspectrum en el año 2016, el Grupo Ferrovial se encontró en el ojo del huracán de Amnistía Internacional y otras ONGs por la gestión de dos centros de inmigrantes y solicitantes de asilo en Manus (Papúa Nueva Guinea) y en la isla de Nauru. Moral achaca esta crisis vinculada a los derechos humanos al hecho de no haber sido exhaustivos en el control de riesgos relativos a la empresa en venta. Ferrovial se desvinculó del contrato con esos dos centros en cuanto le fue posible y a finales de 2019 vendía Broadspectrum a Ventia, dentro de su nueva estrategia, que prescinde de la división de servicios.

 

Arancha Estévez Lavandeira
Periodista y alumna de la novena edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social