Borja Monreal: “Tenemos la capacidad de dar solución a muchos problemas, pero es necesario apuntar en la dirección correcta”

Fundador y codirector de SIC4Change.
“Innovación social para acabar con la pobreza”.

 

El pasado 23 de febrero el alumnado del CESIS asistió a una sesión impartida por Borja Monreal basada en la innovación social y una herramienta fundamental para conseguir el necesario cambio sistemático: el pensamiento de sistemas. Monreal es especialista en Políticas Públicas e Innovación Social, además de fundador y codirector del clúster de innovación SIC4Change.

Su trabajo en este campo va mucho más allá, ya que colabora en distintas líneas de investigación  de trabajo y políticas en países en desarrollo, ofreciendo servicios de consultoría para diversas organizaciones internacionales en países africanos. Es fundador de dos startups sociales -Nut4Health y E-Milpa-, autor de varios libros – entre los que se encuentran, más recientemente, El sueño eterno de Kianda y Ser Pobre– y publica asiduamente artículos en revistas nacionales como El País, Foreign Policy y Agenda Pública, entre otras.

“Hacer filosofía a martillazos”

La sesión dio comienzo con esta rotunda respuesta al por qué de la innovación social, tomando prestado este concepto desarrollado por Nietzsche. Destacando la necesidad de conservar un espíritu crítico en lo relativo a la moral, el ponente introdujo un debate entre el alumnado para liderar con ejemplo la filosofía a martillazos. A través del método Socrático, los y las presentes, con Monreal jugando el papel de abogado del diablo para favorecer el juicio y el debate de las ideas propuestas, dieron respuesta a tres preguntas sin respuesta.

Así, el ponente aterrizó los principios de la responsabilidad moral cuestionando si somos responsables de los actos de nuestros padres, de la igualdad, preguntando si aplica esa responsabilidad moral a todas las personas, y de la justicia social, pidiendo al alumnado que definiese el concepto de justicia. A lo largo de esta parte inicial de la sesión, surgieron debates en torno al “camino hacia el concepto de responsabilidad moral” o el “principio de que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos o no todos somos iguales”, como señalaba Monreal.

Uno de los puntos finales de esta introducción fue la definición de la justicia, destacando la pluralidad de este concepto y la necesidad del método del velo de la ignorancia, desarrollado por John Rawls para verdaderamente saber qué es y qué no es justo. “Este método consiste en plantearse cualquier cuestión como si no supieras en qué lado te tocaría estar”, explicaba el ponente. “Por ejemplo, si no sé si voy a ser una persona rica o pobre, probablemente pensaré que los impuestos son buenos. La justicia pretende eliminar o mitigar las asimetrías de las que partimos, y debe garantizar la mayor felicidad posible del mayor número de personas”.

El proceso de la innovación social y tecnológica

“Hay dos enfoques sobre la evolución de la tecnología. Por un lado, la concepción de la tecnología como una evolución lineal, con una mejora incremental que condiciona a la sociedad”, puntuaba el ponente, “mientras que en el lado opuesto se sitúa la vertiente que defiende la construcción social de la tecnología, siendo esta determinada por los factores socioeconómicos de su contexto”. Este último argumento determina la capacidad de la sociedad para cambiar el curso de la tecnología y emplearla de modo innovador para generar impacto positivo, la línea de trabajo que desarrolla Monreal desde SIC4Change.

Monreal define la innovación social como un proceso que “consiste en encontrar nuevas formas de satisfacer las necesidades sociales, o en producir los cambios de comportamiento necesarios para resolver los grandes retos de la sociedad, capacitando a la ciudadanía y generando nuevas relaciones sociales y nuevos modelos de colaboración”.

En este proceso son fundamentales tres pasos. En primer lugar, “la innovación social parte siempre de intentar replantear o redefinir el problema que tenemos”, afirmaba el ponente. Se trata de escuchar, poniendo a las personas en el centro, promoviendo la participación activa y efectiva, y cediendo espacio de decisión. Para ello, es fundamental entender el proceso que se va a seguir y el sistema que se pretende cambiar. En segundo lugar, se deben fijar las premisas correctas que permitan cumplir un objetivo, “desgranando al máximo el problema hasta llegar a su raíz”. Seguidamente, es imprescindible la co-creación de una solución con las personas o grupos de interés involucrados. Para esto es imprescindible el conocer el sistema en el que se opera y poder pronosticar cómo va a alterar la solución la manera de funcionar de este sistema. Por último, después de generar un cambio sistémico, se debe implantar la tecnología, creando un MVP que priorice la generación de valor para las partes implicadas, pensando en su factibilidad y escalabilidad.

“Es, además, muy importante en este proceso la búsqueda de aliados, conectando, más que con organizaciones, con las personas que están detrás de estas”, comentaba Monreal, añadiendo que “la verdadera disrupción no está en la tecnología, sino en el modelo humano que está detrás”.

El pensamiento sistemático

Para finalizar la sesión, el ponente desarrolló el concepto del pensamiento sistemático, que se basa en la definición de los sistemas en base a una serie de partes interdependientes que interactúan entre sí y que pueden producir un resultado concreto. El pensamiento sistemático o la práctica de sistemas es “una metodología que sirve para lidiar con problemas adaptativos en entornos complejos, con el objetivo de hacer cambios duraderos, yendo más allá de los problemas inmediatos para ver los patrones subyacentes, aceptando la complejidad y trabajando hacia un sistema más saludable”, aclaraba Monreal, puntualizando que “estos problemas no tienen una solución directa, siendo necesario girar el timón para cambiar el funcionamiento del sistema entero”. Por ello, los mapas de interrelaciones son la base de esta metodología con el cambio sistémico en su núcleo, siendo crítica la identificación de relaciones cíclicas positivas, negativas, o neutras.

Alejandro Fernández Marzoa
Alumno de la duodécima edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social.