Beatriz Sánchez Guitián: “Tener un propósito es el pegamento de los ecosistemas de innovación social”

Directora general de la Fundación máshumano
Ecosistemas de innovación social

“Hay que trabajar con nuevas soluciones, nuevos enfoques y nuevas formas de hacer. Las empresas deben tener un propósito, sino la sociedad les retirará la licencia para operar”, afirma Beatriz Sánchez Guitián. La directora general de la Fundación máshumano y co-fundadora y vicepresidenta de EJE&CON (Asociación Española de Ejecutiv@s y Consejer@s), impartió una sesión en el CESIS el 22 de abril sobre ecosistemas de innovación social, en sus palabras “las arquitecturas que deberíamos estar abordando a día de hoy”. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales, cuenta con una amplia experiencia en el área de la sostenibilidad, la cultura interna y la innovación tecnológica en organizaciones como Indra (donde fue directora de RSC, Marca y Comunicación Interna), EY, Microsoft, Accenture, Hazloposible y Welever. Además, desde hace ocho años es Business Angel de nuevos negocios digitales, a través de los fondos Seed CDC y Start DMC.

Convencida de que las empresas tienen más impacto social del que se percibe, Sánchez Guitián cree que la pandemia global que vivimos “nos ha puesto en nuestro sitio ya que no hay que olvidar que los riesgos sanitarios se habían caído desde hace un par de años de las previsiones de los líderes económicos y políticos”. La COVID19, que ha impulsado la digitalización en todos los ámbitos, va a hacer resurgir la responsabilidad de las organizaciones, según su valoración, con un carácter más social en una etapa en la que previsiblemente la parte medioambiental se vea más resentida. Lo social también ha centrado en los últimos tiempos el interés profesional de Beatriz Sánchez Guitián tras 16 años en Indra en las áreas de comunicación y sostenibilidad. La Fundación máshumano, que dirige, focaliza su trabajo en la empleabilidad con líneas específicas para el talento senior y para “hacer más humanas las empresas”.

En ese ámbito de trabajo, los ecosistemas de innovación social son la clave que permite cambios de estructuras y de actitudes. “Hemos hecho innovación desde hace años, la ley general de discapacidad o los sellos de comercio justo fueron grandes innovaciones sociales en su momento. En el presente se trata de construir campos de juego en el que diferentes agentes remen en la misma dirección, las cadenas de valor híbridas donde cada cual aporte”, explica. Propuestas que lleven a prototipos, que sean sostenibles y escalables y que provoquen cambios sistémicos. Soluciones innovadoras que repercutan en el bienestar de la sociedad. ”El pegamento del ecosistema para la innovación social es el propósito, ser capaz de enganchar a mucha gente con un propósito. El propósito te da claridad estratégica, canaliza la innovación, es una fuerza para la transformación, es una necesidad universal y construye puentes. Es una brújula, un driver de innovación y transformación”, recalca Sánchez Guitián. Ashoka, la comunidad fundada en 1981 en Estados Unidos por Bill Drayton (Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2011), sirvió de modelo de referencia de organización que apoya “a todos aquellos emprendedores que van a contracorriente”.

Medir la innovación
La sesión de la directora de la Fundación máshumano tuvo una parte práctica en la que el alumnado analizó y debatió dos casos: el primero vinculado a la empresa Indra y a su apoyo a la investigación en herramientas tecnológicas destinadas a personas con discapacidad, y el segundo centrado en UnLtd Spain, entidad que apoya startups con gran potencial de innovación social. Sánchez Guitián señaló que a pesar de que se acostumbra a depositar la responsabilidad innovadora en la figura del emprendedor, los impulsores y agentes son muchos y variados: la Administración y las instituciones públicas, la ciudadanía y los consumidores, los propios inversores que buscan retorno social, las instituciones académicas, las empresas, las ONLs, etc. “Caminamos hacia modelos híbridos de agentes que van a resolver problemas sociales”, señala.

En la sesión de Beatriz Sánchez Guitián también se abordó la medición de la innovación social y sus variables. La relevancia de que los proyectos generen impactos, sean sostenibles económicamente, compartidos, con colaboración intersectorial, con implicación de múltiples actores, escalables y replicables. Precisamente sobre la escalabilidad quiso llamar especial atención ya que “es la clave en el cambio sistémico”, con ejemplos como el proyecto de la multinacional SAP con personas con TEA, surgido en Dinamarca y ahora expandido a sus sedes en otros países; o la franquicia de Encuentros TEDx, nacida en Estados Unidos y cuyos encuentros se celebran en la actualidad a lo ancho del planeta.

 
Arancha Estévez Lavandeira
Periodista y alumna de la novena edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social