Anxo Calvo: “La UE pone las condiciones para la transición energética; la sociedad la hará realidad”

Profesor titular del área de Economía Financiera y Contabilidad de la UDC
“A transición enerxética na UE como fonte de oportunidades ao abeiro do desenvolvemento sustentable”

La del miércoles 19 de febrero fue la primera sesión con dimensión medioambiental en el Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social (CESIS) de la Cátedra Inditex-UDC de Sostenibilidad. El profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad de la UDC, Anxo Calvo, se encargó de que el alumnado conociese el proceso de transición energética emprendido en el marco de la UE. ¿Habrá ganadores y perdedores? ¿Llegaremos a 2050 cumpliendo el objetivo de emisiones cero en efecto invernadero? ¿Qué papel jugarán las ciudades? Y el rural, ¿en crecimiento poblacional negativo? Estas fueron algunas de las preguntas que surgieron en una sesión en la que además, Anxo Calvo, ex decano de la Facultad de Economía y Empresa y ex vicerrector de la UDC, director de Industria, Energía y Minas en la Xunta de Galicia entre 2005 y 2009 y este año, ejerciendo de profesor invitado en la universidad alemana de Pforzheim, abordó las oportunidades de negocio en esta transición.

¿Y en Galicia? Anxo Calvo comenzó la sesión explicando la “condena” de las centrales térmicas gallegas, As Pontes y Meirama, por la necesidad de abandonar los combustibles fósiles y cómo Galicia es una gran transformadora de energía primaria, pero que debe importar petróleo y carbón. Precisamente, es en el concepto de dependencia energética en el que la apuesta por las renovables puede incidir de manera positiva. “Las renovables hidráulica, eólica, solar, geotermia… dependen de factores variables como la lluvia y el viento, esa es la razón por la que está trabajando en el almacenamiento como punto clave para mejorar y estabilizar la capacidad de suministro.  En el lado positivo, con estas energías se reduce la dependencia energética del exterior”, comenta el profesor de la UDC.

Calvo aludió al acuerdo de París en el marco de la ONU sobre el cambio climático y las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GSI), pero también a los pasos previos. “Durante años se decía que la estrategia dependía de 3 ciudades: Kyoto, que fue el primer paso; Moscú, de cuyo gas depende buena parte de Europa del Este y Central, y Lisboa, con el Tratado de 2007. La transición se hace con fondos, con normativas y con cuotas y mercado de emisiones. Cada vez cuesta más emitir”, señala Calvo. La evolución energética desde mediados del siglo diecinueve se dispara con el desarrollo económico, el aumento de la población, la industrialización y expansión del trasporte, la II Guerra Mundial, la rápida industrialización de China, etc. Es a partir de los setenta, cuando arrancan las renovables por la crisis del petróleo y la necesidad de diversificar las fuentes de energía.

¿Qué marca la agenda de la UE? En 2030, una reducción del 40% de Gases de Efecto Invernadero (con la vista puesta en 2050 y cero emisiones), un 32% de la energía tendría que originarse en fuentes renovables y el mercado de emisiones tendría que reducirse en un 43% respecto de 2005. ¿Cómo se consigue? Con la descarbonización de la producción de electricidad, con la electrificación masiva, con la mejora de la eficiencia energética y la reducción de residuos en todos los sectores y con la potenciación del número de depósitos de carbono natural, montes y otras vegetaciones, que funcionan como repositorios de CO2. “En la actualidad, Europa es el área más diversificada en consumo energético; China e India tienen una gran dependencia de los combustibles fósiles, también en Estados Unidos, donde además ese tipo de energía es barata”, explica Calvo.

Políticas demográficas, industriales y de eficiencia (que reduzcan la intensidad energética en el PIB de cada estado) y medioambientales son claves en la reducción de emisiones. La Comisión Europea ha anunciado la inversión de 1 billón de euros para una transición energética “limpia y justa”, en la que no haya perdedores, aumentando el PIB y el empleo con nuevas oportunidades y modelos de negocio, que no supongan más gastos en los hogares y que no afecten a la competitividad de las empresas europeas. “Y, además, importante reducir y evitar costes sanitarios, ya que el modelo energético es nocivo para la salud”, apunta Anxo Calvo, que añade que “la sociedad tiene que moverse y ser innovadora, la UE pone las condiciones, la sociedad será quien haga exitosa esta transición”.

 

Radiografía: tendencias en la transición energética

El profesor Anxo Calvo detalló cuáles son las 10 tendencias que se dibujan en la transición energética a corto y medio plazo, teniendo en cuenta el cambio climático, el papel de la industria y los datos demográficos, con el horizonte de 8.500 millones de personas en el planeta en 2030. El reto de la descarbonización, necesario cuando se están acelerando los fenómenos climáticos extremos y la temperatura de La Tierra, ha subido un grado desde hace un siglo; la caída de los precios de los combustibles fósiles como señal de un cambio de modelo energético que va a afectar mucho a algunos países ricos en estos combustibles; también la caída de costes de las energías limpias, fundamentalmente por la acumulación de experiencias en su instalación, algo que se constata ya en la creación de nuevos parques eólicos sin  necesidad de primas; la digitalización, que va a hacer posible conectar dentro de una casa la calefacción, la electricidad e incluso, el transporte; y la electrificación y los costes fijos, que serán mayores por la inversión inicial, pero que se compensarán con la minimización de los costes variables.

En esas tendencias en la transición energética, la influencia de las ciudades juega un papel muy importante. “En 22 países de la UE más de un 30% de la población vive en ciudades. Las ciudades van a ser decisivas. El 35% de las ciudades ya tienen objetivos cuantificables contra el cambio climático”. Entre las tendencias, imposible no incluir los cambios económicos y demográficos en el rural, con crecimiento negativo y con una población de mayor edad de la necesitada por los servicios. Además, en esta transición de modelo, juegan también un papel destacado la descentralización, con soluciones energéticas a pequeña escala, y la interdependencia, es decir, la coordinación en infraestructuras en Europa.

 

Arancha Estévez Lavandeira

Periodista y alumna de la novena edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social