Ángel Carracedo Álvarez

Director del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago de Compostela

Ángel-Carracedo

Ángel Carracedo Álvarez. La creatividad, la innovación y la “magia” del ADN

Como un gran libro repleto de palabras formadas por tres letras y en el que un solo matiz puede cambiarlo todo. Con esta facilidad brindó el creador y director del Instituto de Medicina Legal, Ángel Carracedo Álvarez, a los alumnos al Posgrado en RS de la Cátedra Inditex de Responsabilidad Social de la UDC, la esencia del ADN. “¿Habéis visto ADN alguna vez? -cuestionó el docente a los asistentes a la sesión del curso celebrada el pasado 21 de marzo-. Es como un libro con una información que se lee y, cuando hay enfermedades, es porque algo del libro falla. Con que cambie una letra por otra, puede ser una desfeita”. Y añadió: “La genética es algo bastante nuevo, pero no es difícil, se entiende bien. Aunque he de reconocer que cuando algo está ya descubierto, todo parece muy fácil. O lo que es lo mismo, todo parece complicado hasta que se sabe hacer. Es lo que se llama innovación”.

Precisamente en la innovación justificó Carracedo el éxito del equipo que dirige desde la Universidad de Santiago de Compostela, el cual, por cierto, es líder mundial en investigación genética. “Tenemos que tener un I+D muy alto, para que nos manden casos de otros países que no tienen capacidad para resolverlos”, señaló recordando colaboraciones como las puestas en marcha con organismos como el FBI, Scotland Yard o el Cuerpo Nacional de Policía. Y respondió a una curiosidad de los presentes: “Ni la delincuencia está en los genes ni la huella dactilar proporciona tanta información como dicen las películas. Este tema está demasiado mitificado”.

El experto en medicina forense se ganó a los alumnos a través de sinceros comentarios como con los que explicó por qué muchos de sus descubrimientos, como muchos marcadores genéticos para la identificación de personas, carecieron en su momento de protección jurídica. “Yo qué sabía de patentes, a mí me gustaba la genética. Ahora es raro el año que no sacamos un par de patentes; pero, insisto, lo importante es poner en valor en el mercado todo lo que hacemos”, subrayó.

Si el éxito del Instituto de Medicina Legal es “la investigación y no la traslación” es porque, tal y como indicó Carracedo, “contamos con un equipo de trabajo excepcional”. Y es por ello, continuó, que la gestión de la investigación sobrevive “pese a la crisis y a las dificultades de financiación”. De hecho, la fundación que dirige firma unas cien publicaciones anuales en las que él mismo define como “mejores revistas del campo”.

Aunque en producción científica no hay quien les gane, el docente reconoció que existen equipos neozelandeses y australianos que superan al Instituto de Medicina Legal en “todo lo relacionado con ADN no humano”. Pero si algo tiene claro Carracedo es que “hay que focalizarse, perder unas batallas para ganar otras”.

¿Los “problemas” para avanzar? Según el docente, la “excesiva” burocracia y el cambio de perspectiva en el sistema educativo. “Veo muy mal la Educación. Los estudiantes se han convertido en máquinas de memorizar y desmemorizar, cuando la creatividad es el verdadero centro de la innovación. Curritos con un expediente de más de tres hay muchos. Hay que cuidar lo raro”, advirtió.

Y la “receta” para descubrir cómo es ese libro “cargado de información”, oficialmente denominado ADN, de forma casera:

Doble de agua que de guisantes en una taza, se bate, se cuela a un vaso y se echa lavavajillas en el líquido verde resultante para así separar los cromosomas y abrirlos gracias a un poco de jugo de piña. Entonces se pasa el contenido del vaso a un tubo cilíndrico, dejando libre la mitad del mismo para introducir alcohol de 96 grados. “Esperáis y veréis que, como por arte de magia, sube un ovillo blanco hacia la superficie, que es el ADN”, concluyó Carracedo.

Aida Mosquera
Periodista y alumna del Posgrado en RS de la Cátedra Inditex de Responsabilidad Social de la UDC.