Ana Isabel Ares Pernas : “Un futuro sin plásticos no es posible ni sería sostenible”

Directora del Campus industrial de Ferrol. Responsable de calidad del Laboratorio de Plásticos del Centro de Investigación en Tecnologías Navales e Industriales.

 

“Polímeros en un futuro sostenible”.

En esta edición del CESIS, el primer CircularLab, formato de ponencias que acerca a los alumnos a ejemplos prácticos de circularidad, estuvo a cargo de Ana Ares. Esta investigadora trabaja actualmente en varias líneas de investigación relacionadas con los materiales plásticos relacionados con el procesado y reología de polímeros y compuestos poliméricos, la búsqueda de   nuevos polímeros para impresión 3D, así como el estudio de polímeros reciclados y desarrollo de nuevos compuestos poliméricos conductores.

Sin dejar de calificar la situación actual de contaminación por plásticos de “pandémica”, Ana puso el problema en perspectiva, alejando el foco de los efectos más conocidos, para mostrar la complejidad del asunto. Quiso desmontar falsos mitos sobre los polímeros y reflexionar sobre aspectos de su cadena de suministro, costumbres de uso y ciclo de vida que es preciso tener en cuenta al evaluar su sostenibilidad, advirtiendo de algunas consecuencias del uso de alternativas. “El problema en muchos casos no está en el material plástico sino en quién lo utiliza”.

Para entender mejor su exposición hizo una pequeña identificación de estos materiales en cuanto a su características y usos.  “Un plástico es una combinación de uno o más polímeros convenientemente aditivada”. Los más interesantes desde el punto de vista de la sostenibilidad serían los que caen dentro de la clasificación fisicoquímica de termoplásticos (se funden) y que atendiendo a sus usos sean plásticos commodities o estándar, para fabricación de productos básicos en contraposición a plásticos de ingeniería.

Un material con mala fama

A continuación reflexionó sobre las principales razones que han dado a estos materiales la fama que tienen actualmente: contaminan durante su fabricación, ocupan un volumen importante que los hace muy visibles, además a veces pueden moverse por su baja densidad y aparecer en lugares inesperados, son inflamables, desprenden gases tóxicos al quemarse y son una importante causa de mortalidad de la fauna. Además, la idea de que haya una isla de plástico que tiene 3 veces el tamaño de Francia -también conocida como el séptimo continente- es obviamente impactante.

Todas estas cuestiones a veces se presentan como de fácil solución pero detrás hay un problema realmente complejo.

Riegos y oportunidades

Destacó por ejemplo que se habla mucho de microplásticos en general y no tanto del subgrupo de los nanoplásticos, que son los que tienen mayor potencial para entrar en nuestro torrente sanguíneo y formar parte de las células. Según un estudio de la Unión Europea, las fuentes de nanoplásticos provienen principalmente del desgaste de ruedas, de pellets y de la degradación de la ropa en el lavado. Investigaciones encaminadas a atrapar estos microplásticos en nuestra lavadora por ejemplo, pueden tener un impacto positivo enorme y hay alguna en desarrollo actualmente. Por otro lado, los productos compostables son más propensos a transformarse rápidamente en nanoplásticos, por lo que son un residuo que debemos tener en cuenta a pesar de su amigable nombre.

Los bioplásticos (materiales de similares características fabricados a partir de fibras vegetales),  son una alternativa que debe ser sopesada teniendo en cuenta que si queremos seguir consumiendo productos plásticos como en la actualidad, muchas tierras de cultivo alimentario pasarían a ser explotadas para la producción de bioplásticos, con los problemas de pérdida de biodiversidad, pérdida de tierras de cultivo alimentario y aumento de precios de los alimentos que conlleva. Hay también muchas oportunidades para la innovación en el estudio de nuevos materiales.

Debido a que el plástico es un material derivado de la destilación del crudo, debemos valorar que es un residuo que de todos modos iba a ser generado por contraposición a otro alternativo que se fabrica específicamente a partir de un recurso natural.

Si consideramos su valorización energética, los plásticos de embalajes tendrían un poder calorífico similar al del gas natural, pero tienen un gran problema añadido debido a la emisión de gases tóxicos durante su combustión. Algunos países ya cuentan con tecnología avanzada para neutralizar este efecto. En este campo hay abiertas muchas líneas de investigación.

España es un país que recicla en mucha menor proporción el plástico que otros materiales como vidrio o metal, aún así las tasas de reciclaje de plástico no son bajas en comparación con la UE. El problema es que este plástico al no recibir un reciclaje químico, solamente podrá ser reutilizado en cierta proporción y en ciertos usos. En Alemania o en Italia, donde sí se realiza reciclaje químico del plástico, el producto resultante es de una calidad y pureza tal que se puede volver a utilizar como el material virgen, pudiendo ponerse en contacto incluso con los alimentos, cosa que no puede hacerse con el material no reciclado químicamente. Aquí tenemos otro campo para la tecnologización y la innovación.

Falsos mitos

Con respecto a la reutilización de botellas fabricadas con PET, indicó que puede ser seguro si la temperatura a la que se haya sometido el recipiente no es elevada, e indicó que no se tiene la misma conciencia de que otros productos para uso alimentario realizados en madera, barro o metal también pueden soltar residuos si se usan repetidas veces y pierden su capa protectora, En su opinión, la industria del agua embotellada ha tenido un papel principal en que esta opinión haya calado tanto.

También apuntó algunos usos de los plásticos que han contribuido a la sostenibilidad en su más amplia acepción, por ejemplo sirviendo de aislantes, aligerando piezas de los distintos medios de transporte lo que hace que disminuyan consumos de combustible o elevando la esperanza de vida por su uso como material desechable en el sector sanitario.

En relación por ejemplo a la muerte de animales, a diferencia de lo que la mayoría cree, la mayor parte de ellas se producen no debido a atrapamientos en plástico sino porque los animales que lo ingieren tienen sensación de saciedad y mueren de inanición.

Una vez más se volvió a hablar de la importancia que los medios de comunicación tienen en el desarrollo de sociedades más avanzadas y por tanto más comprometidas y libres. La necesidad de que las personas tengan información veraz y de calidad ha sido nombrada por todos los ponentes como un punto clave para poder avanzar como sociedad.

Sector Textil

Por último, se abordaron las perspectivas de futuro en el sector textil (reciclaje, ecodiseño,  legislación, textiles inteligentes, etc…). Sin perder de vista la responsabilidad del consumidor y del fabricante que deben armonizar las 7 erres hacia la sostenibilidad ambiental: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar.

En el campus de Ferrol se está investigando intensamente en tejidos con los que poder fabricar prendas que no necesiten una batería o accesorios para desplegar sus propiedades, sino que la urdimbre y la trama estén formadas por dos hilos distintos a modo de ánodo y cátodo que le confieran propiedades eléctricas.

La jornada dio lugar a mucho debate, con opiniones y preguntas diversas sobre el futuro del plástico, en lo que fue una sesión previa a la visita que realizaremos al laboratorio en el que trabaja la profesora Ares Pernas.

 

Carmen Conde Salgado

Ingeniera de caminos, canales y puertos. Alumna de la duodécima edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social