Alicia Fernández del Viso: “La tecnología es invisible para nosotros, pero nos es útil a todos”

Head of Sustainability de Indra.
"Innovación y tecnología para la sostenibilidad: haciendo posible lo imposible"

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Inspirar y fomentar la innovación, ese fue el objetivo de Alicia Fernández del Viso en su sesión ordinaria del pasado 7 de marzo. La responsable de sostenibilidad de Indra definió la labor de su empresa en “hacer posible lo imposible” haciendo uso de la tecnología y de soluciones innovadoras jamás antes vistas. Tecnología disruptiva, como el block chain, la inteligencia artificial, el cloud computing, el Internet de las Cosas o el Digital Twin (Gemelo Digital) son tan solo algunos ejemplos de ello, ampliamente ligados a la sostenibilidad.

Para introducir la sesión, Fernández quiso tirar de mano del arte para introducir una reflexión. La obra ‘Un mundo invisible’, de Magritte, fue la escogida para entender el verdadero fin de la tecnología, “es invisible para nosotros, pero nos es útil a todos”, destacó, “y hay que verla como algo más allá de lo simplemente visible”. Un ejemplo de ello es precisamente la colaboración de Indra con la empresa Enaire para utilizar satélites en el espacio con los que optimizar las rutas de los aviones y reducir las emisiones de CO2, evitando las condiciones climatológicamente adversas en tierra, mejorando los trayectos aéreos y facilitando la incorporación de nuevas rutas. En la misma línea innovadora, Fernández habló de ‘An energy innovation ecosystem’, un proyecto de la Universidad de Monash de Australia para construir un sistema energético que permitiese al campus convertirse en un espacio climáticamente neutro, haciendo uso de la distribución de recursos y equilibrando la oferta en función de la demanda. “Un campus es como una microciudad”, explicó la ponente, “pilotar una serie de tecnologías innovadoras en estos espacios es útil para después poder trasladar ese esfuerzo a una ciudad”.

Tecnología como clave para el sector del futuro

Ponerme las gafas de desarrollo sostenible para ver todo lo que hacemos en Indra y cómo impacta en cada ODS”, así definió Fernández su labor en la empresa para ejemplificar la necesidad de contar siempre con esa perspectiva de desarrollo y de impacto en el planeta. Para poder dar a conocer un poco más la labor de la compañía española, la ponente detalló algunas de las actividades de la corporación, con más de 57.000 empleados en todo el mundo y dedicada a los sectores de defensa, tráfico aéreo, movilidad y consultoría y tecnología a través de Minsait.

¿El propósito de Indra en materia de sostenibilidad? Tener impacto a través de la tecnología con soluciones disruptivas e innovadoras. Fernández habló en este punto de la importancia de entender bien los impactos que generas en tus grupos de interés y analizar no solo aquellos en materia económica, sino los sociales y ambientales también: “Monetizar todas las externalidades que estás produciendo, tanto positivas como negativas”. Para medirlo no hay una sola metodología, pero sí se basan siempre en lo mismo, identificarlas y monetizarlas y, para ello, se debe utilizar un proxy. Así lo explicó la ponente, que quiso ejemplificarlo utilizando el propio caso de Indra, donde algunos de los KPI que se emplean para monetizar el valor dividen sus impactos en económico, social y medioambiental. Ahorro de tiempo a través de la tecnología, evitar muertes y accidentes gracias a métodos disruptivos o mejora del bienestar son algunos de esos impactos sociales que se miden. El objetivo de este tipo de mediciones es poder reflejar en el balance de cuentas no solo los datos económicos, sino también todos esos impactos monetizados de carácter social o medioambiental que también forman parte de la acción de la empresa o, lo que es lo mismo, Impact Weighted Accounting (IWA).

El caso ‘Big Rail’

En la segunda parte de la sesión, la ponente dio paso a un ejercicio práctico con el que poder entender de primera mano la importancia de la innovación y la cocreación en cualquier entorno. El caso ‘Big Rail’ fue el escogido por Fernández, basado en un ejemplo real, y centrado en un objetivo: convertir una empresa ferroviaria en una empresa sostenible. Divididos en grupos de trabajo con un jurado, conformado también para el propio alumnado, se pusieron manos a la obra para crear propuestas alineadas con la visión estratégica de la compañía, involucrar a la tecnología y ser innovadoras. Las propuestas, que debían seguir los requisitos y parámetros a incluir determinados por el propio jurado recién instaurado, arrancaron con cinco factores clave ya identificados para ayudar a garantizar el éxito de la estrategia: las personas, la colaboración, la tecnología, los sistemas y procesos, y las mediciones del avance (con qué información, datos y medidas debemos contar para supervisar y demostrar el cambio).

En una actividad dinámica, el alumnado se involucró al máximo para sacar adelante ideas innovadoras que supusiesen un verdadero cambio no solo en la compañía, sino también en su entorno, y conseguir ser una de las tres seleccionadas por el jurado. Una lluvia de ideas que Fernández quiso elogiar y aplaudir citando a Linus Pauling, “la única forma de tener buenas ideas es tener muchas ideas y a esto le añadiría ‘junto a muchas personas diferentes’, que es lo que habéis conseguido hoy aquí”, concluyó la experta.

 

Beatriz Nestar Bueno
Periodista y alumna de la decimotercera edición del Curso de Experto en Sostenibilidad e Innovación Social