Alberto Lavín: “Lo importante no es lo que las grandes organizaciones dicen, sino lo que hacen”

El funcionamiento de los consejos de administración, sus procesos de toma de decisiones y las implicaciones que estas conllevan cobran una mayor importancia dentro de un marco de economía global, sobre todo a raíz de la última crisis financiera. Alberto Lavín, consultor independiente y experto en la materia, examina y describe el comportamiento de este... View more

El funcionamiento de los consejos de administración, sus procesos de toma de decisiones y las implicaciones que estas conllevan cobran una mayor importancia dentro de un marco de economía global, sobre todo a raíz de la última crisis financiera. Alberto Lavín, consultor independiente y experto en la materia, examina y describe el comportamiento de este importante órgano en la séptima sesión del Curso de Especialización en Responsabilidad e Innovación Social 2016/2017 de la Cátedra INDITEX-UDC de RS.

Las organizaciones deben controlarse, gestionarse y ser capaces de tomar decisiones, por eso tienen que existir procesos y mecanismos que permitan que esto pueda llevarse a cabo de manera correcta. “Determinadas prácticas o códigos de buen gobierno que antes eran recomendaciones, se convierten de facto en imperativo legal”, afirma el docente. Añade, además, que “las prácticas de los países más avanzados se terminan replicando en otros”, tendiendo de esta manera a un isomorfismo de los gobiernos corporativos.

Pero, ¿por qué es tan importante este órgano? “El principal motivo es porque los intereses de la empresa no son los mismos que los de los accionistas”, explica Lavín. El gobierno corporativo tiene, entre sus principales funciones, ayudar a las empresas a resolver los conflictos que puedan surgir con otros actores y separar el control y la propiedad. En cuanto a sus objetivos clave, destacan reducir el volumen de costes de agencia -realizando labores de supervisión- y ayudar a la dirección.

Las características de las empresas y sus metas van a determinar la tipología de cada gobierno corporativo. Por ejemplo, no se tomará el mismo tipo de decisiones en una empresa familiar que en una cotizada. Del mismo modo resulta relevante el momento en que se encuentre la organización: “no defines el mismo tipo de procesos cuando estás naciendo, creciendo, en una organización madura o en una que está atravesando una crisis”, subraya Lavín. Precisamente es en las crisis donde se acentúa el papel de estos órganos, ya que “buscar el éxito y evitar el error son comportamientos diferentes”, comenta el docente.

La composición de los consejos de administración fue otro de los puntos clave de la sesión. Tras la última crisis financiera, la tendencia mundial es que el presidente ejecutivo y el consejero delegado no sean la misma persona. Sin embargo, la evidencia académica demuestra que la unidad de acción es más efectiva cuando hay problemas, ya que hace que las decisiones sean más rápidas.

En la segunda parte de la sesión, a través del caso práctico de Satyam Software, se analizaron las consecuencias derivadas del mal funcionamiento del gobierno corporativo. Se trata de un caso muy particular, pero que ejemplifica la falta de controles internos adecuados que, a pesar de existir, son incumplidos por aquellos que los manejan.

Para evitar este tipo de comportamientos, los mecanismos de prevención resultan fundamentales. Debe fomentarse la conciencia de los empleados, tener líderes que sean ejemplos de la ética de la empresa y usar mecanismos continuos de evaluación que vayan más allá de lo meramente numérico.
Sandra López Salmonte
Comunicadora audiovisual y alumna de la sexta edición del Curso de Especialización en Responsabilidad e Innovación Social