“O cambio climático non é un problema ambiental máis. Implica fenómenos de irreversibilidade”

Xavier Labandeira. Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo y director del Centro de Investigación Economics for Energy.

IMG_8495

Cambio climático, economía y políticas. Este fue el título de la sesión impartida por Xavier Labandeira, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo y director del Centro de Investigación Economics for Energy, para los alumnos del Curso de Especialización en Responsabilidad e Innovación Social de la Cátedra Inditex-UDC.

El docente comenzó mostrando a los alumnos la gráfica de anomalías de temperatura realizada por la NASA el pasado mes de febrero. En ella se ve cómo en el planeta hay aumentos de temperatura de hasta 11,5ºC en relación con el período 1951-1980. Esto muestra la importancia del cambio climático ante el que nos encontramos. Su impacto negativo no solamente puede ser sobre la salud humana, sino sobre la producción agrícola o sobre el propio territorio debido a la subida del mar. En este sentido, el ponente resumió: “O cambio climático non é un problema ambiental máis. Implica fenómenos de irreversibilidade”.

A partir del año 2006, explicó Labandeira, es cuando la economía entra en el debate climático tras la publicación del conocido Informe Stern. Existen cuatro problemas fundamentales para actuar contra el cambio climático. El primero tiene que ver con el hecho de que es un problema global en contribuciones e impactos, pero no es uniforme. Esto lleva a la aparición de lo que los economistas denominan ‘free rider’ (consumidor polizón), lo cual provoca que las negociaciones entre los distintos países sean complicadas. Los demás problemas están relacionados con la incertidumbre de la población, el carácter futuro de los costes (las generaciones que sufrirán los efectos del cambio todavía no han nacido) y el hecho de que las concentraciones de gases ya están en la atmósfera, por lo que, aunque se reduzcan las emisiones a partir de ahora, el mal ya está hecho. A pesar de que las emisiones se paralizaron en cuanto a crecimiento en los dos últimos años, ahora mismo existe la mayor concentración de gases en la atmósfera de la historia.

“O cambio climático é un problema global, polo que necesita unha aproximación global a unha solución”, indicó el docente. Por eso mismo, el tema se debate y se busca solucionar en las llamadas ‘COP (Conference of Parties)’ anuales. Hasta 2015, con la Cumbre de París, el Protocolo en funcionamiento era el de Kyoto, acordado en el año 1997 en la COP3, el cual fue un absoluto fracaso, puesto que países como Estados Unidos no lograron ratificarlo en su Parlamento y no se tuvo en cuenta el proceso de expansión de actividad en China. En la COP15 en Copenhague se creó el marco para París, puesto que empezó a hablarse de distintas correcciones distributivas y abrió la puerta a que los propios países ofreciesen soluciones. Por ello, el acuerdo de París, firmado en la COP21 de 2015, está basado en Contribuciones Nacionales Voluntarias. En total, el acuerdo establece el aumento máximo de temperatura a 2ºC y no se tendrá certeza de su funcionamiento hasta, por lo menos, 2025. Lo que sí está claro es que es un paso adelante en el cual las políticas nacionales son clave. Labandeira añadió que, en cada país: “vai ser fundamental dedicar moito máis esforzo á investigación en carbono”. Además, debería crecer la oferta de energías renovables, educar a la población en cuestiones de eficiencia energética, etc. España tiene grandes potenciales de eficiencia energética y de implantación de energías renovables, puesto que tiene recursos solares y eólicos, lo único que haría falta es diseñar bien el desarrollo de estos sectores.

 

Úrsula Rey
Comunicadora audiovisual y alumna del Curso de Especialización en Responsabilidad e Innovación Social