“No basta con la denuncia, hay que pasar a la implicación y la corresponsabilidad”

Isidor Boix, miembro de la Secretaría de Internacional de la Federación de Industria de CCOO.

En la sesión de Isidor Boix, miembro de la Secretaría de Internacional de la Federación de Industria de CCOO, analizamos el protagonismo de los grupos de interés en la sostenibilidad global a través de su amplia experiencia en el ámbito del trabajo digno, feminismo, indigenismo y negociación de convenios colectivos.

Boix comenzó explicando que la globalización es una referencia siempre necesaria. Sirve para poner en contexto que “China es hoy ya el primer país del mundo en poder adquisitivo, ya que se ha producido un gran incremento del sueldo mínimo en el país”. Es importante también entender el nuevo papel de África y de los BRICS. En este sentido, Boix afirmó que “incluso llegaremos a cambiar la representación de los mapas, de forma que el Pacífico esté ocupando el lugar central”. Boix definió la globalización como un proceso irreversible. Explicó que “es un desordenado proceso de reequilibrio mundial, en el que se reduce la pobreza, pero se incrementan las desigualdades”. La óptica para el ponente ante este fenómeno debe ser “la equiparación de derechos: no fomentar o evitar la deslocalización”.

“La OIT no puede, la OMC no quiere”. Boix argumentó que si bien en la OMC sí que se dispone de una estructura coercitiva para imponer cambios, no hay voluntades y se requiere consenso para tomar decisiones. “El problema no está en detectar las causas, el problema está en encontrar antídotos que se impongan”. La OIT no tiene los mecanismos para obligar ni una policía que vigile el cumplimiento de los compromisos, por eso para Boix es necesario avanzar hacia una gobernanza mundial.

Otro camino por recorrer es el de la corresponsabilidad. “La RSE se abordaba al principio desde la unilateralidad, existía una desconfianza justificada por llevar materias de negociación colectiva a la RSE”, sostuvo. La evolución es pasar de la denuncia a la implicación: “Hay que preguntar siempre, la interlocución con los beneficiarios y los grupos de interés es fundamental, si no suceden cosas como la de regalar neveras a indígenas que viven en un poblado sin electricidad”. La bilateralidad es un requisito porque “los compromisos unilaterales de RSC no se pueden denunciar y si son públicos es más fácil exigir cumplimiento”.

Señaló que solo hay 112 acuerdos marco globales, de los que solo 7 hacen referencia a toda la cadena de suministros. Inditex es la única con este compromiso expreso en el ámbito del textil español y constituye “una de las experiencias más importantes de acuerdo marco a nivel mundial”. La colaboración con CC.OO e Inditex empezó a través de una colaboración en el seguimiento de la aplicación del código de conducta, en 2001. A partir de ahí, se avanzó hasta llegar al actual acuerdo por el que CC.OO. puede visitar las fábricas proveedoras del grupo y que complementan las auditorías que ya hacen los expertos de la compañía.

Por último, Boix destacó el proyecto Acción, Colaboración, Transformación -ACT- puesto en marcha en 2015, firmado entre IndustriALL y 22 multinacionales de la industria de la moda, entre ellas la estadounidense Calvin Klein. El principal objetivo de esta iniciativa es lograr un salario mínimo vital para los trabajadores de las cadenas de suministro, un proyecto que Inditex está liderando en Turquía. “Es necesario asumir la diversidad y pluralidad de los trabajadores en los diversos eslabones de la cadena, desde los operarios a los trabajadores de la cabecera de la multinacional, a través de acuerdos con los grupos de interés”. En este sentido, Boix destacó el proyecto ACT como un acuerdo para el impulso de la negociación colectiva a nivel global.

 

Ana Narváez
Periodista y alumna de la octava edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social