“Las desigualdades también pueden tener consecuencias positivas”

Sebastián Royo Medina. Catedrático de Ciencia Política en el Departamento de Gobierno y Vicerrector de Suffolk University, Boston.

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Cuando hablamos de desigualdades estamos hablando de la distribución entre ricos y pobres” aclara Sebastián Royo Medina, Catedrático de Ciencia Política en el Departamento de Gobierno y Vicerrector de Suffolk University, Boston. El docente en esta trigésimo primera sesión del CERIS, aproxima a los alumnos a la realidad actual de Estados Unidos, en la que las desigualdades han aumentando progresivamente y que algunos expertos identifican esta realidad, como la crisis del eterno sueño Americano. Unas desigualdades causadas por los propios políticos y las políticas como los impuestos regresivos, por la distorsión de los mercados dada la falta de competencia o por la brecha educativa, “sólo acceden a la universidad los que pueden, y quien debería para poder salir de esta situación son los pobres” pero la falta de dinero lo imposibilita, aumentando así más aún la brecha.

Existen en EEUU debates en torno a si es más importante centrarse en las desigualdades o en las oportunidades, “no es tanto que los ricos tengan menos, sino que los pobres estén mejor”, explica Royo Medina. “Otro tema del que se habla mucho es del equilibrio entre crecimiento y desigualdad. ¿Estamos dispuestos a sacrificar crecimiento para disminuir las desigualdades?” plantea el docente, y hay los que apoyan la idea de que las desigualdades son inherentes al capitalismo.

Señala el Catedrático de Ciencia Política de Suffolk University, que el momento más álgido de las desigualdades fue a finales del siglo XIX principios del XX, “pero en la actualidad hay un mayor nivel que entonces, y esto es lo dramático de la situación”. Salarios estancados, el 1% de los más ricos controlan más riqueza que el 90% de la base, o que el poder adquisitivo cayó en un 13% para los que tienen títulos de bachiller en los últimos 35 años, son solo unos ejemplos que reflejan la realidad de hoy en EEUU. Con todo, “las desigualdades también pueden tener consecuencias positivas, ya que proporcionan incentivos” continúa el docente, “tener políticas progresistas para eliminar desigualdades puede dar a lugar a desincentivos” y pueden obstaculizar el crecimiento, además “no todos los booms  de crecimiento son malos, pues crean puestos de trabajo, reducen la pobreza y aumentan el bienestar”. En contraposición, nos encontramos con las consecuencias negativas como el aumento de la pobreza y la pérdida de capital humano, pero otros impactos negativos de las desigualdades son los problemas sociales (disparidades de ingresos), inestabilidad política (ruptura del consenso social) o la paralización de los avances en salud y educación. Efectos nocivos en los que, destaca Sebastián Royo Medina, se encuentran las soluciones para mitigar las desigualdades.

Laura Muiño

Periodista y alumna del Curso de Especialización en Responsabilidad e Innovación Social de la Cátedra Inditex-UDC