“A través de la política de precios del carbono se consigue cambiar condiciones de inversión”

Xavier Labandeira Villot, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo y director del Centro de Investigación Economics for Energy.

“Un problema relevante que afecta a casi todas nuestras actividades, agravado además por su irreversibilidad”. Al cambio climático y sus desafíos económico-empresariales dedicó la sesión Xavier Labandeira Villot, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo y director del Centro de Investigación Economics for Energy. Desde su experiencia trabajando en el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), destacó la complejidad de la gestión de este desafío de nuestro tiempo, tanto a nivel de gobernanza global como en los impactos a nivel local.

Una complejidad e incertidumbre que juegan en contra ya que “cada vez nuestro margen de actuación se reduce y se incrementan los costes, no solo ambientales, también sociales”. Aunque resulte paradójico ante la vulnerabilidad generalizada, Labandeira explicó que “los incentivos para actuar son pequeños”. En los foros internacionales se producen “debates sobre las responsabilidades de cada país” que, por otro lado, conviven con las presiones de competitividad. “Las empresas europeas tienen que competir con empresas chinas o estadounidenses que no tienen las mismas restricciones, con el peligro de que se produzca mayor deslocalización de la producción”. Algo que restaría en el balance final por alcanzar el objetivo, porque “da igual donde se emita, el impacto seguirá siendo global”.

Un objetivo que el Acuerdo de París fijó en no superar los dos grados de incremento de la temperatura global, “pese a que en el informe del IPCC sobre el objetivo aspiracional de 1.5Cº señaló ya un impacto en los países del sur”. Con el nuevo acuerdo “se busca implantar un sistema indefinido, en el que unos países pueden buscar objetivos más restrictivos que otros”. Su talón de Aquiles es que es voluntario. Según Labandeira, “lo preocupante es que dentro de 15 años nos veamos en esta misma situación, pero ya sobrepasando los dos grados, porque cada vez instalamos más stock de emisiones y de alguna forma nos vamos ya hipotecando”. De forma gráfica, indicó que “es como si llenásemos una bañera, lo único que está a nuestro alcance es cerrar el grifo, pero por ahora no disponemos de tecnologías para abrir el tapón”.

En el marco de las políticas de mitigación, existen varias opciones: regulación, prohibiciones, innovación y despliegue tecnológico. La opción por la que apuestan los expertos es la política de precios a las emisiones. Labandeira señaló que algunas empresas ya están usando precios internos de carbono que luego invierten en neutralizar emisiones. Otras califican sus proyectos con un “precio sombra de carbono” y a la hora de tomar la decisión, eligen el que menor precio tenga. “Las empresas deben estar preparadas, ya que se trata de protegerse de riesgos en el stock de futuro”.

Concluyendo el baño de realismo, Labandeira afirmó que, respecto al cambio climático, “hay países ganadores y perdedores, al igual que hay pérdidas de valor empresarial”. El foco debe estar en estrategias de transición. “Además de la mitigación de impacto, es necesario compensar a los perdedores y trabajar en los impactos sociales”. La propuesta del experto pasa por combinar la subida de impuestos con facilidades e inversión para colectivos vulnerables que no puedan asumir los cambios, ya que “estamos también ante un problema redistributivo de gran escala”.

 

Ana Narváez
Periodista y alumna de la octava edición del Curso de Especialización en Sostenibilidad e Innovación Social